Raphael regresa al cine en comedia de Alex de la Iglesia
A primera vista la alianza sorprende, pero en el fondo no tanto. Alex de la Iglesia y Raphael lo admiten entre risas: ambos pueden proyectar una imagen tan excesiva y disparatada como promete ser “Mi gran noche”, la comedia que empiezan a rodar juntos la semana que viene y que presentaron este viernes en Madrid.
Hacía 40 años que Raphael no se ponía a las órdenes de un director, desde aquellas comedias románticas en las que, como él mismo resumió hoy ante los periodistas, la novia se le moría al final, y él cantaba una canción. Aquí no se le muere la novia, pero es de lo poco que no pasa.
“Cuando leí el guión vi la oportunidad de hacer una gran película, para que la gente se ría bien, fuera tristezas. Y para mí, la oportunidad de tocar un palo que no he tocado en toda mi vida, el palo divertido, que la gente pueda reirse conmigo”, dijo el cantante en una entrevista con Efe.
Y aunque cuarenta años son muchos años, no para Raphael, que no ha parado de subirse a un escenario en todo este tiempo. “Él ha estado actuando a diario”, dice De la Iglesia a Efe, “y todo el que le haya visto sabe que él interpreta cada canción, las vive, cada canción es como una secuencia de una película, no le cuesta nada”.
La semilla de esta alianza nació de la admiración del director de “Las Brujas de Zugarramurdi” por el cantante de Linares (sur de España). “Balada triste de trompeta” (2010) tomó su nombre de una canción suya, que incluyó al final del metraje, aunque con un actor al que Raphael dobló.
“Hablamos entonces y él me dijo: ¿por qué no hacemos una película juntos? Yo creía que bromeaba”, explica el director. “Le dije que tenía una idea y me pidió un guión. Dos años después se lo envié. La verdad es que me la jugué, porque estaba pensado exclusivamente para él. Si me decía que no, a ver qué hacía yo”.
Pero Raphael dijo que sí y ya está embarcado de lleno en la aventura. “Mi gran noche” se ambienta en la grabación de una gala de Nochevieja, “una fiesta falsa” que se rueda con meses de antelación, y en la que los personajes “fingen una felicidad que no sienten”.
El personaje de Raphael es Alphonso, una estrella carismática y egocéntrica de la canción, que aparte de la ‘ph’ no tiene demasiado de él, según dice, o en todo caso algo de su lado oscuro.
“Conozco a ese personaje, he convivido en el mundo del espectáculo con esa clase de artistas. Pero yo soy muy diferente, soy un artista entregado, de dar la vida sin poner problemas. Y este personaje lo único que da son problemas”, señala.
Adanne (Mario Casas), es su antagonista, un joven cantante latino acosado por las fans, y Pepón Nieto hará de figurante, un trabajador en paro de los cientos que llevan encerrados en una nave industrial una semana y media “sudando desesperados mientras fingen reír”.
Ya ha habido algunos ensayos y una lectura conjunta de guión en la que, según cuentan, las carcajadas impedían oirse unos a otros. La felicidad y las ganas de diversión de sus protagonistas no impiden que también haya nervios.
“Los rodajes siempre son duros”, admite De la Iglesia. “Queremos generar una imagen de diversión, pero eso cuesta. Estás jugando y pasándolo bien, pero a la vez estás poniendo en peligro tu vida todos los días”.
“Si esta película no funciona, probablemente no vuelva a hacer otra, la exposición es muy grande. Y con Raphael pasa lo mismo”, añade. “Das por hecho que Raphael sigue triunfando, pero eso no ocurre con nadie más, ¿que hace este señor para que eso pase?”, se pregunta.
“Trabajar mucho, ponerle ganas e ilusión y, sobre todo, no mirar atrás”, responde el cantante.
(Fuente: EFE)