'Panchito' Jiménez fue muy buen amigo de Óscar Avilés (Foto: Andina)

'Panchito' Jiménez fue muy buen amigo de Óscar Avilés (Foto: Andina)

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Triste noticia. El cantante criollo Francisco Julián ‘Panchito’ Jiménez falleció esta mañana a los 94 años de edad en el hospital Edgardo Rebagliati, donde estaba internado hace más de una semana.

Según contó su hijo Walter Jiménez a RPP Noticias, la salud del intérprete decayó en los últimos días y por eso fue derivado al centro de salud.

‘Panchito’ inició su carrera musical muy joven, a los 16 años de edad, en Chiclayo. En Lima se convirtió en la primera voz de Los trovadores del Perú, conociendo en ese entonces a Óscar Avilés, quien se convirtió en unos de sus mejores amigos.

El cantante integró Fiesta criolla junto a la ‘primera guerra del Perú’ por nueve años. Después, ‘Pachito’ Jiménez se hizo solista.

La muerte de Óscar Avilés, hace unas semanas, afectó mucho al cantante, quien será velado en su domicilio.

La agencia Andina compartió el perfil de Francisco Julián ‘Panchito’ Jiménez, escrito por el compositor Manuel Acosta Ojeda:

Hemos dicho en más de una ocasión que para recordar a los buenos amigos no es necesario que sea el día de su onomástico.

Por eso hoy, estimado lector, recordaremos a don Francisco Julián Jimenez Fernandez. ¿No le suena ese nombre? Y que tal si le digo: ‘Panchito’ Jimenez, el ‘León del Norte’.

Pancho nació en el distrito de Motupe, provincia de Chiclayo, departamento de Lambayeque, el 29 de enero de 1920, descendiente de la cultura Motux y devoto de la Santísima Cruz de Chalpón de Motupe.

Esa singular voz de tenor abaritonado se empezó a escuchar desde sus tiernos 16 años en una radio norteña, donde siempre conseguía hacerse de algún premio, y si era en efectivo, mucho mejor.

Llega a Lima y el recorrido fue largo. Tras la salida de Javier Gonzáles del trío Los Trovadores del Perú, Miguel Paz y Oswaldo Campos lo convocan como primera voz, debutando en Radio Victoria.

Recuerdos
A Pancho lo conocí por el año de 1957, gracias a otro notable norteño Luis Abelardo Núñez, quien me llevó al Estudio Fotográfico de José Avilés, en el Jirón de la Unión, donde estaban ensayando para el estreno en Radio La Crónica, en el programa de mi gran amigo David Odría.

Se presentaron como el conjunto sensación, Fiesta Criolla, junto con Óscar Avilés en la primera guitarra, Humberto Cervantes segunda voz y guitarra de apoyo, Arístides Ramírez en el cajón, Pedro Torres en las castañuelas y la primerísima voz de Panchito.

La carta de presentación de este servidor estaba firmada por el chino Abelardo, y ya algunas de mis canciones sonaban bastante en las radios.

Así nos hicimos muy amigos con Pancho y Humberto. En aquella época todas las radios y los conjuntos musicales tenían una pequeña canción característica.

El conjunto Fiesta Criolla no podía ser la excepción, tomaron la ultima parte de un valse de Pepe Santiago que dice: Viva, viva, viva, la dueña del santo, viva, viva, viva, esta gran reunión y que vivan las guapas limeñas, alegres, bonitas de buen corazón.

Cervantes con su rapidez cambio a viva la fiesta criolla y así se quedó.

Un hombre muy risueño, educado a la antigua, gentil, correcto, recuerdo que cuando le tocaba pagar la cuenta decía al estilo chiclayano: Hágase pago, señorita.

El recordado locutor José Lazaro Tello, fue quien lo bautizó con el apelativo de ‘el ‘León del Norte’ porque decía que Panchito no cantaba, sino rugía. ¡Oiga!, pero en el norte no hay leones. Es que no es referido al animal pelucón, es que su mamá siempre dice: “Queleones mi hijo” y solo cosas lee del norte.

Cuantos recuerdos vienen a mi mente al escuchar su rugir. Pero el poderoso León ha envejecido, los años que no perdonan la vida, cobrar con altos intereses la juventud que nos dieron