Christian Tramnitz encarna al héroe en una película del 2010. (Foto: B.A. Produktion)

Christian Tramnitz encarna al héroe en una película del 2010. (Foto: B.A. Produktion)

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A pesar de sus sesenta años, sigue siendo el caballo de batalla de la editorial Bastei-Lübbe. Hace 60 años se publicó el primer episodio de la novela policial que gira en torno de casos criminales resueltos por el agente del FBI Jerry Cotton.

La cifra parece increíble: se han vendido ya más de un billón de ejemplares de las novelas a lo largo de los años. Eso convierte a la serie en la más exitosa en todo el mundo en su género. Algo que no se imaginó su creador, Delfried Kaufmann, cuando salió a la venta la primera entrega, en 1954.

“Encantado: Jeremías Algodón”

Se supone que, con su nuevo carácter, Kaufmann quiso parodiar las novelas negras de los Estados Unidos. El nombre “Jerry Cotton” (“Jeremías Algodón”) es poco adecuado para un héroe policíaco. No obstante, el público alemán empezó a deleitarse rápidamente con el agente.

Jerry Cotton cuenta los casos criminales en primera persona. Un ejemplo del actual episodio “Manhattan-Voodoo”, el número 2965 de la serie: “Phil y yo encontramos a los dos cadáveres en una casa derribada. Al parecer, eran un hombre y una mujer de Tahití. Todo denotaba un homicidio por honor. A los dos les habían cortado las lenguas.” La siguiente búsqueda lleva a Jerry y su fiel compañero Phil hacia la casa de una sacerdote voodoo. Sesenta páginas después, los dos han encontrado a los asesinos y el caso se cierra exitosamente.

Pese a su previsibilidad, los casos son tensos

El creador de Jerry Cotton quedó incógnito por muchos años. No fue sino hasta 1998 que un periodista del diario alemán “Die Welt” logró resolver el secreto de Kaufmann.

El éxito de la serie consiste en la fórmula previsible, pero tensa de las novelas, según Thomas Schierack, presidente de la junta directiva de la editorial. Además, piensa que a los lectores les agrada el estilo simple de los textos “que se pueden leer fácilmente en entre una a dos horas”. Parece que los lectores no se cansan de Jerry Cotton. Cada semana se publican dos episodios nuevos, aparte de una nueva serie de reediciones de los episodios antiguos. Hay hasta ocho autores escribiendo al mismo tiempo, para que continúe la historia exitosa de Jerry Cotton.

Para unos los cuadernos son de culto. Para la mayoría de los literatos es literatura trivial. Frases como “Jerry Cotton, mi hermano Frank se murió por ti. Juré junto a su tumba que lo iba a vengar. Te voy a mandar al infierno” no cumplen con las exigencias literarias.

Por otro lado, hay un grupo considerable de seguidores a los que les agrada precisamente ese estilo. Uno de los lectores más fieles es Engelbert Wichmann. Recuerda que su madre quería quitarle esos “cuadernos de baratija” de las manos. Entonces tuvo que leerlos a escondidas, debajo de la mesa en la escuela o de noche con una linterna.

El tiempo no para

Los tiempos han cambiado. Hoy, hasta el maestro jubilado compra los cuadernos sin vergüenza en un quiosco. Aún dominan frases como “duro, pero afectuoso” o de inteligencia promedia, si se trata de describir el carácter de Jerry Cotton. Eso lo hace un héroe palpable, próximo. En cambio, es típico de Jerry manejar un Jaguar, modelo E-Type en rojo, un sueño para los verdaderas hinchas. Al agente de ficción se lo podría clasificar como una versión literaria de James Bond. Los dos parecen inmortales.

Hacia los finales de los años sesenta, Jerry Cotton pasó de los libros a las pantallas del cine, interpretado por el actor norteamericano George Nader, aunque no fue un paso exitoso. Los audiolibros, por el contrario, se venden bastante bien. Obviamente, un agente como Jerry Cotton no permanece siempre igual, sino que va con el tiempo. Mientras que han pasado los años, ya no fuma ni toma tanto como antes, dice Schierack sonriendo. “Se adaptó a los tiempos que corren”.

En vista: Edición 3000

Jerry Cotton sigue peleando contra el crimen organizado. Está por publicarse el episodio 3000 hacia finales del año. Incluso no parece que esa edición vaya a ser la última. Según Thomas Schierack, la ley alemana no se aplica a Jerry Cotton en cuanto a la edad de jubilación. Por lo general, varía en Alemania entre los 63 y los 67 años: “Hemos hablado mucho con él y quedado en que la serie continúa, si él sigue estando en buena forma física y mental. Esperamos que siga unos 15, 20 años más.”

(Fuente: Deutsche Welle )