Síguenos en Facebook
José Miguel Silva @jomisilvamerino
Diego Trelles Paz se encuentra entre los 11 finalistas para ganar el Premio de Novela Rómulo Gallegos por su obra Bioy. Se trata de un escritor joven, persistente y que cree fervorosamente en su capacidad creadora. Conversamos brevemente con él sobre esta noticia.
¿Cómo te enteraste de la noticia?
Bueno estaba en la Universidad Católica y de pronto sonó mi celular. Así de simple. La verdad estoy muy sorprendido por esto. Se trata de un certamen muy importante.
Quizás es algo que nunca se te pasó por la cabeza…
La verdad que no. Es un premio al que muchos escritores aspiramos, es muy importante por la historia que ha tenido y por todo lo que representa. Gane o no, para mí es suficiente haber sido nominado. Para mí esto ya es bastante. Estoy satisfecho por todo lo que implicó escribir Bioy y por todos los años que me tomó. Es un final deseado.
Teniendo en cuenta la calidad del jurado del Rómulo Gallegos, ¿qué crees que encontraron en tu novela para elegirla entre más de 200?
Es una pregunta complicada. Bioy es una novela ambiciosa, exigente con el lector. Yo dejé todo allí y creo que eso se refleja en la publicación. Siempre he estado muy contento por cómo quedó. Es lo mejor que he escrito y que voy a escribir. La novela me demandó mucho esfuerzo y significó un crecimiento como escritor y como persona. Además el tema que aborda es un tema complicado y sobre lo que quería escribir hace mucho. La estructura del ‘policial atípico’ quizás pudo seducir. Es una novela con muchos narradores y varios saltos temporales. Se acerca mucho más a lo que técnicamente se hacía antes, y eso me salió de manera natural. La historia misma me lo pidió.
Se trata de una novela dolorosa…
Mira, yo no estuve especialmente interesado en crear algún personaje con el que pudiera identificarse el lector. No me interesaba hacer personajes buenos o malos. Creo que todos son víctimas en Bioy. De repente eso fue lo que les llamó la atención.
Ser finalista puede ser en tu caso un reconocimiento a tu esfuerzo, a tu persistencia y a tu deseo de insistir en tu estilo…
Yo le tengo mucho respeto a la bibliografía, a la carrera, al proyecto narrativo. Me cuesta mucho sacar una novela porque siempre trato de ponerme ciertos retos personales. Soy de alguna manera uno de esos lectores que exigen mucho a los autores que leen y cuando siento que me dan la misma lectura dos veces, me siento decepcionado. Yo no quiero hacer eso con mis lectores. De alguna manera hago literatura de autor, que es hacer la literatura que te gusta leer y que aprecias en otros lectores. Busco siempre el compromiso estético y por eso me cuesta tanto hacer una novela.
¿Con quién estás agradecido por la persona y por el escritor que eres hoy?
Primero que todo a mis padres. Luego también a mis ‘padres literarios’. Enrique Fierro es uno de ellos. Logré conocerlo y es una persona que me ayudó mucho cuando yo estaba bastante perdido. Podría hacer una lista larga de gente que me ha aconsejado, pero si tuviera que resumirlo, pues sería a mis papás.
Mario Vargas Llosa es el único peruano en haber ganado el Rómulo Gallegos. La nominación quizás te acerca más a él casi ‘sin querer queriendo’
Bueno él lo ganó en 1967 con La Casa Verde, una de mis novelas preferidas de Vargas Llosa. Luego no lo ganó ningún peruano, pero sí hubo finalistas. Sería un honor enorme ser el segundo peruano en ganar este premio. Para mí sería algo indescriptible. Siempre, claro, manteniendo las formas. Yo tengo claro que soy un escritor que le falta mucho camino.
El ‘Rómulo Gallegos’ también lo ganaron grandes autores del recordado ‘Boom Literario’…
Claro, Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes. Además lo ganaron otros autores como Roberto Bolaño, Enrique Vila-Matas, Javier Marías y Ricardo Piglia. Yo no soy solo un lector de Piglia, sino que además lo admiro mucho. Lo trabajé en mi disertación. Que él sea jurado en esta nominación es para mí ya un gran premio.