El artista recalcó que acepta "los papeles para los que sirvo". (Foto: Festival de San Sebastián / Montse Castillo)

El artista recalcó que acepta "los papeles para los que sirvo". (Foto: Festival de San Sebastián / Montse Castillo)

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Benicio del Toro es el narcotraficante Pablo Escobar en Escobar. Paraíso perdido, película en la que ofrece otra actuación que ha deslumbrado a la crítica. Tras interpretar al capo colombiano, el artista puertorriqueño reflexionó sobre el personaje, su carrera y la legalización de la marihuana. Alguien que ha dado vida a toda clase de individuo del mundo de las drogas, en tono irónico, reclama autoridad en la materia.

1.- “Si repaso mi filmografía, he hecho de todo lo que tiene que ver con la droga: de drogadicto, de traficante. He sido el que la tira, el que la lleva, el que la vende, la regala, la prohíbe. Y ahora esto. Por eso admito preguntas sobre el asunto. Algo sé”.

2.- “Una forma de acabar con la violencia que genera el tráfico de marihuana, por ejemplo, es regulándolo. En Estados Unidos hay dos estados que la han legalizado la marihuana y no pasa nada. Sin embargo, hay muchas drogas muy dañinas como el crack o el éxtasis que no sé si tiene sentido que un Gobierno permita su uso”.

3.- “No controlo mi carrera. Acepto los papeles que creo que me sirven y para los que sirvo. No calculo nada. Además, soy muy mal contable, no entiendo de números: no sé lo que es ser primer, segundo o tercer actor. Todos son actores”.

4.- “Hacer una película del Che Guevara significaba criticar la política de Estados Unidos. Jugábamos con fuego. Es un mito con dos caras: puede ser un villano o un héroe. Las películas se basaban en los que mejor lo conocieron: los cubanos. No sé si ha oído hablar del bloqueo. Eso complicaba todo”.

5.- El (Escobar) solo fue capaz de declarar una guerra a un país entero. Y llevó al Gobierno a hincarse de rodillas. Si se mira con un poco de distancia, es como el cómic de Batman. Parece una historia irreal”.