(Foto: Cortesía Morguefile.com)

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Cada año, casi la tercera parte de los alimentos que se producen en el mundo, unos 1.300 millones de toneladas, se desperdician, según un informe difundido hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

El documento precisa que la eliminación de la comida desperdiciada provoca más emisiones de gases de efecto invernadero que cualquier país, superado solo por China y Estados Unidos. La huella de carbono de los alimentos descompuestos equivale a 3.300 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.

Según la FAO, este desperdicio de comida representa una oportunidad perdida de mejorar el estado de la seguridad alimentaria, así como de mitigar los impactos producidos en el medio ambiente por la cadena alimentaria.

Globalmente el agua que se pierde por el desperdicio de comida es de alrededor de 250 km3, lo cual equivale a la carga anual del río Volga en Rusia o a tres veces el volumen del lago Ginebra en Europa.

Asimismo, la pérdida de tierra, agua y biodiversidad, así como los efectos negativos en el cambio climático, representan costos todavía no cuantificados. El costo directo de la comida desperdiciada (sin contar los productos marítimos) es de alrededor de US$750.000 millones al año, aproximadamente el equivalente al PBI de Suiza.

Uno de los puntos destacados en el informe es que gran parte del desperdicio de alimentos es originado por las personas que compran demasiado y después desechan lo que no consumen.

“No podemos permitir que una tercera parte de toda la comida que producimos se vaya a la basura o se pierda por prácticas inapropiadas cuando 870 millones de personas pasan hambre cada día”, dijo el director general de la FAO José Graziano da Silva.