(Foto: Wikimedia)

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La noticia registra una reforma radical y uno de los más atrevidos y audaces movimientos en la economía del fútbol internacional: la Bundesliga ya no repartirá sus ganancias internacionales de acuerdo al modelo de escalas. A partir del 2015 todos los equipos recibirán como participación la misma suma base, que ha sido tasada en 2,5 millones de euros.

Aunque a la primera lectura no suene a gran cosa, la decisión, adoptada en el seno de una reunión de la mesa directiva de la Liga Alemana de Fútbol (DFL), esconde un revolucionario y novedoso concepto. Por esta razón el resto de las grandes ligas de Europa, y el mundo, siguen con una mirada atenta lo que sucede en Alemania, que les está marcando el camino a seguir para equilibrar y hacer más atractivos sus campeonatos.

Equilibrio solidario

En materia de política de distribución de las ganancias en el balompié profesional, el principio que rige hasta ahora en casi todo el mundo es el del rendimiento: los equipos que mejores resultados obtienen en sus torneos son los que más dinero reciben de las ganancias obtenidas por sus ligas. Así las cosas, entre mejor es un club, más dinero entra en sus arcas, lo que le permite tener cada vez más y más recursos, y con ellos ser uno de los mejores en la siguiente temporada, y recibir más dinero, y… El ciclo es repetitivo.

De esta forma se crea casi que inevitablemente una brecha cada vez más amplia y profunda entre los equipos grandes y exitosos, y los chicos y menos afortunados. Estos últimos, ante la falta de posibilidades financieras, terminan compitiendo en condiciones de desigualdad y temiendo por su subsistencia, necesaria de todas formas para animar los torneos.

El mejor ejemplo de esta situación es la Primera División de España, donde casi la mitad del dinero que genera le queda a solo dos equipos: Real Madrid y Barcelona. Entre ellos, para citar solo un rubro, se reparten el 49% de los cobros por los derechos de televisión, mientras un 25% se distribuye entre más de 10 equipos. No sorprende que desde hace aproximadamente una década el fútbol español no conoce un campeón distinto a uno de sus dos gigantes.

La Bundesliga ha optado por tomar un camino distinto con el objetivo de equilibrar los pesos y zanjar las brechas entre los clubes, de tal forma que el torneo no pierda su atractivo de competitividad. Además, el fútbol alemán, que se define a sí mismo a partir de los ideales de equidad y solidaridad, aprovecha uno de sus mejores momentos financieros para permitirle a todos los clubes que lo conforman beneficiarse de la situación.

No es casualidad que la DFL haya establecido el año 2015 como la fecha para iniciar con la repartición por partes iguales de los ingresos por mercadeo de la Bundesliga en el exterior. Es que es entonces cuando la cadena Fox TV, nueva propietaria de los derechos de transmisión para Latinoamérica, Norteamérica, gran parte de Asia y mercados claves de Europa (Holanda, Bélgica e Italia), empezará a desembolsar una cifra estimada entre los 100 y los 150 millones de euros.

Apenas un primer paso

El salto es inmenso en materia de mercadeo de los derechos internacionales de televisión del fútbol alemán. Basta recordar que hace una década, por este concepto, la Bundesliga apenas recibía 12 millones para ser repartidos entre 18 clubes de la primera división, y subvencionar a los 18 de la segunda.

Empezando en el 2015 la cifra base de la distribución de los ingresos, entre el mismo número de equipos, prácticamente se ha cuadriplicado: 45 millones de euros. Este es también el monto que cobija la medida adoptada por la DFL: a cada equipo le corresponderán 2,5 millones de euros.

Del dinero restante (entre 50 y 100 millones de euros), aproximadamente dos millones de euros irán a la segunda división, y el resto se repartirá, según los datos a la fecha, entre los 11 equipos que con su participación en competencias internacionales (Champions League y Liga de Europa) han contribuido a que la Bundesliga obtenga puntos en la clasificación quinquenal de la UEFA.

Adicionalmente, la DFL prevé dar en breve otro paso en la misma dirección, esta vez a favor de la segunda división. La Bundesliga, una vez la iniciativa sea aprobada, destinará todos los recursos que reciba del fondo de solidaridad de la UEFA (casi 10 millones de euros), al mejoramiento del campeonato de ascenso a través de la inversión de ese dinero en los centros de rendimientos de los distintos clubes.

(Fuente: Deutsche Welle )