La teoría más defendida se difunde desde los años 70. (Foto: NASA)

La teoría más defendida se difunde desde los años 70. (Foto: NASA)

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La Luna se formó a raíz de muchos impactos de cuerpos celestes con la Tierra, durante millones de años, sostiene un equipo de científicos que en un artículo de la revista Nature rebate la teoría del encontronazo único, la más aceptada.

Desde los años 70 se cree que el satélite surgió de un cataclismo que casi acaba con el mundo. La ciencia ha realizado recreaciones del choque de un planeta del tamaño de Marte que destruyó el nuestro durante algunas horas. Luego, a partir del disco de escombros girando a gran velocidad, este planeta se recompuso y quedó material para que aparezca la Luna.

Cuando el Sistema Solar aún se formaba, 4.500 millones de años atrás, las colisiones entre rocas sueltas eran más frecuentes en el espacio.

De acuerdo a la reconstrucción del impacto, la materia expulsado se habría compuesto de cuatro partes de Theia, el objeto que chocó contra la Tierra, y una de nuestro planeta. A pesar de ello, la composición de la Tierra y la Luna es casi idéntica.

Tres investigadores, liderados por Rufu Raluca, del Instituto Weizmann, en Rehovot (Israel), valiéndose de la computación, sustentan una segunda hipótesis sobre la formación de la Luna formulada en la década de 1980.

FUSIÓN DE MINILUNAS

No una colisión con un planeta como Marte, sino varias de consecuencias menos catastróficas, generó pequeños discos de escombros que habrían ido formando minilunas, consideran los científicos.

La suma de eventos similares, según su teoría, produjo más fragmentos que se fusionaron hasta formar el satélite que hoy orbita la Tierra. En esa línea, cada impacto habría movido gran cantidad de material terrestre en el que se habrían diluido los aportados por los miniplanetas. De esta forma tendría más sentido la similitud en la composición de la Luna y la Tierra.

En la misma publicación, el experto en impactos planetarios Gareth Collins, del Colegio Imperial de Londres, explica que si esto sucedió, con mucha fortuna, se requirieron unos 20 impactos para construir la Luna, en caso se hayan fusionado a la perfección.

“Si, como parece probable, la fusión es imperfecta o algunas microlunas se pierden, serían necesarios muchos más impactos, haciendo así la necesaria secuencia de sucesos mucho menos probables que cualquiera de los escenarios de impacto simple, incluidos los más exóticos”, señala, citado por El País.