Jesús Gallego Moreno es un médico que hace un llamado a la indiferencia con el semejante. (Foto: Narrativa)

Jesús Gallego Moreno es un médico que hace un llamado a la indiferencia con el semejante. (Foto: Narrativa)

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Por: Maritza Luza Castillo
A diferencia de una simple novela negra, “Perturbación” posee la capacidad y claridad para hacer una radiografía del pensamiento humano. Nos inunda en sus matices y reacciones extremas cuando los protagonistas padecen en carne propia la descarga de situaciones álgidas que superar. La historia se distingue de las demás porque su autor Jesús Alfonso Gallego Moreno, médico de profesión, añade un grito de denuncia contra una sociedad orientada a la indiferencia con el semejante.

1. ¿Siendo médico de oficio cuando fue que le invadió el germen literario?

Fue antes de ser médico. De hecho, tengo una novela, escrita cuando tenía 19 años, que, si todo sale como está previsto, se publicará en unos meses. Y en 1977 gané el Primer Premio Diocésano, en la Diócesis de Toledo (España), a un trabajo que consistía en redactar un cuento sobre la vida religiosa. Yo tenía nueve años, y el cuento fue un relato sobre la vida misionera en el África subsahariana.

2. ¿Puede haber tenido que ver la casuística de ciertos casos específicos que se presentan en diversos contextos del día a día?

No ha tenido nada que ver. El libro se gestó de forma independiente a mi puesto de trabajo. Sí es verdad que el estar trabajando con personas con enfermedad mental me ha ayudado a comprender mejor sus problemas y la incomprensión que sufren por parte del resto de la sociedad en la que vivimos, y a retratar a algunos de ellos, pero si se fijan, los presento más como víctimas de la sociedad, no como verdugos dentro de ella. La “columna vertebral” de mi novela ya estaba ideada de forma independiente.

3. ¿Por qué elegir como género la novela negra, a lo mejor es una forma de retratar el lado oscuro del ser humano?

Más que lo oscuro del ser humano, he querido dar un toque de atención a la sociedad. No queremos implicarnos con aquellos congéneres que están pasando por dificultades. Cuánto más avanza nuestra sociedad, menos contacto “real” queremos tener con el “ser humano” que tenemos al lado. Por tanto, en realidad, al final, es un grito de denuncia a una sociedad que mira para otro lado ante los problemas del compañero, cuando realmente estos problemas requieren una implicación mayor de la de tomar unas cervezas en el bar de la esquina.

4. “Perturbación” es una historia envuelta en guantes de seda, que en determinado momento el lector se sorprende cuando gira y se torna descarnada. ¿Fue planeado tal hilo de ruta de manera deliberada?

Sí. Debido a que quería que el lector le diera una especie de “electrocución” mental. Que viera lo que en un momento puede ocurrirle a una persona si no encuentra el apoyo adecuado, si se ve desbordada, sola, despreciada o ninguneada. Quería que el lector pensara en que actos aparentemente simples pueden tener consecuencias muy importantes.

5. El efecto sorpresa trabajado en el protagonista de la historia el cual va perdiendo normalidad en medida que la desgracia lo golpea. ¿Podría también interpretarse como el paulatino desquiciamiento del ser humano frente a determinadas circunstancias?

Estoy de acuerdo en cuanto a que el protagonista de la historia va paulatinamente desquiciándose conforme le van ocurriendo una serie de cosas. Pero yo no hablaría de que pierde la normalidad conforme la desgracia lo golpea. Hay multitud de ejemplos a nuestro alrededor de gente que ha perdido su “normalidad” conforme la desgracia lo ha golpeado, sólo que, por supuesto, no ha llegado a los extremos del protagonista, sino que se han dejado llevar simplemente por la vida, sin hacer nada, adecuado o no, para mejorar en sus vidas. Hay muchos vagabundos, de los reales, que tendrían multitud de historias que contarnos a ese respecto.

6. El punto de vista psicológico y de imaginación adentra al lector a seguir un sendero de señales que invita a la interpretación inmediata de los hechos y sin embargo, la trama supera las primeras especulaciones del leyente. ¿Tú idea como autor propone ir más allá de lo evidente manteniendo el suspenso?

Por supuesto. En mis últimas presentaciones del libro, suelo hacer hincapié en ello. Y para ello, suelo poner un ejemplo de los profesionales de la radio: “no es lo mismo oír, que escuchar.” Aunque algún lector se enfade conmigo, no es lo mismo leer un libro como quien lee los titulares del periódico, que leer un libro buscando lo que quiere transmitir el autor. Y en esta novela se transmite mucha más que la simple narración de unos hechos concretos, por muy espectaculares o escabrosos que sean.

7. ¿Cuándo permites que “Perturbación”, hable con voz propia, qué desearías que quede en tu público lectora; aparte desde luego del mensaje intrínseco de la novela?

Muy difícil de contestar, tremendamente difícil. Primero, que un asesino despiadado no es un enfermo o trastornado mental, como nos están haciendo creer la ola de películas y novelas de unos años a esta parte; sino que cualquiera, llevándonos al límite propio (y cada uno tiene el suyo) puede serlo. Segundo, ya lo dije arriba, que cuando ocurren estas conductas el responsable no es solamente el que realiza el crimen sino todas aquellos que están a su alrededor y, precisamente, son los que menos se sienten culpables, teniendo una parte muy importante de culpa en la situación que ha llevado al crimen. Tercero, que por debajo de lo que puede parecer una novela negra más o menos acertada, existe una crítica a toda nuestra sociedad tan “civilizada”.

8. ¿Qué respuesta has tenido de libro, es lo que esperabas o ha superado tus expectativas?

Ha superado mis expectativas en cuanto a que la mayoría de la gente que he recibido opiniones les ha gustado mucho. Sólo una persona ha planteado algún inconveniente, pero aun así lo recomienda para leerlo, con lo cual también es buena. Ha habido una serie de gente que ha sabido llegar al meollo que planteo en el libro, que ha sabido descubrir la crítica y que, además, me ha ayudado con sus apreciaciones a matizar las expresiones a la hora de las presentaciones del libro.

9. Algunas personas podrían considerar libros como el tuyo, valga la redundancia como el llamado a estar despiertos y reconocer en los reveses de la vida, que no vienen solos sino traen consecuencias ¿Qué reflexión te suscita?

A pesar que mi libro acaba mal en el penúltimo capítulo, contaré algo. Ése iba a ser el final del libro e iba a quedar así. Cuando lo terminé de escribir, vi que no podía dejarlo así. Y comencé lo que vino a ser el último capítulo del libro. En ese último capítulo del libro, hago una última reflexión en el pensamiento de uno de los personajes, en la actuación del mismo, y en su forma de actuar. Este libro muestra las decisiones equivocadas (nótese que no digo decisiones malas, ni decisiones negativas) que toma el protagonista ante las desgracias que le depara la vida. En última instancia, hay que tener en cuenta que nosotros somos los que dirigiremos nuestra vida, con los instrumentos que esa misma vida nos dé. El cómo usarlos depende de nosotros. Intentemos usarlos siempre de forma adecuada. Esa sería la reflexión.

10. Finalmente qué palabras les dedicarías a tus lectores.

A todos aquellos que me han leído, agradecerles el esfuerzo, sus opiniones a los que me las han hecho llegar. Espero que a todos les haya gustado, o, al menos, hayan disfrutado y se lo hayan pasado “de miedo”. Y que, además, les haya servido para reflexionar un poco. Que no se hayan quedado sólo con la “anécdota” de la “perturbación” que sufre el protagonista, porque hay muchas más claves en el libro de las que vale la pena darse cuenta.

Y a los que todavía no lo hayan hecho, que se animen a leerlo. Espero que esta entrevista sirva para darles el empujoncito necesario para ello. Y que cuando lo hagan se den cuenta de que todo lo que aquí he expresado se acerca lo más posible al libro. O al menos a la intención del autor.

Y por último, agradecer a La Aventura Literaria la oportunidad de haber realizado esta entrevista y de poder hablar de mi obra con tal profundidad. Un auténtico placer.