La escritora asegura que con su obra demuestra que "las mujeres podemos hablar sobre sexo".

La escritora asegura que con su obra demuestra que "las mujeres podemos hablar sobre sexo".

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Probablemente la fuerza del género que aborda se anuncia con por si sola cuando se habla de erotismo, la frágil línea divisoria entre la sensualidad prudente e imprudente mantiene el equilibrio pertinente para el lector, y como producto agregado, le añade el buen gusto y elegancia. Estamos hablando entonces de Charlotte Chaning, autora de “Clarisa”, quien nos ofrece en este libro la riqueza de una protagonista que se atreve a elegir una filosofía en el arte amatorio con consciencia plena de los hechos dentro de un marco de situaciones intensas rodeada de mucha actualidad.

1. Desde un punto de vista literario existe el subgénero de la novela erótica, donde la sexualidad y el amor se entrecruzan, queda de manifiesto en novelas como “El amante” de Marguerite Duras o en “Lolita” de Vladimir Naboko entre otros. ¿Charlotte Channing qué le aporta al género?

Lolita es, para muchos rankings internacionales, considerada una de las mejores novelas del siglo XX. Es una de mis favoritas y no en sí por la trama, controversial incluso hoy en día, sino por el deleite que es leer a un maestro de la palabra escrita, de la elegancia y de la virtualidad de un excelente narrador. Nabokov es por cierto uno de mis escritores favoritos.

De hecho, y por eso lo traigo a la conversación, Nabokov me demostró que la novela erótica es más que escenas de sexo y descripciones cansinas del cuerpo humano.

Todos los seres humanos somos seres sexuales. Pero no todos se expresan de forma cómoda o se sienten libres de explorar ese aspecto. La sociedad y sus pautas de comportamiento es la responsable. Incluso la novela erótica es relegada por muchos lectores sin siquiera antes darle una oportunidad.

Desde luego que el sexo vende, pero no es mi intención al escribir.
Para mí el género es un medio. Al más puro concepto de Marshall McLuhan y su frase famosa: “El medio es el mensaje”. Y desde mi humilde trinchera elegí ese medio precisamente para enviarlo.

Nunca me podré equiparar a Nabokov ni a Duras, como no será con los otros grandes escritores sobre este tema. Pero mi esfuerzo se concentra en pasar de la simple historia sexual en la que todos se acuestan y son felices, a dar un contenido. Que pude o no gustar, que desde luego quizá no sea para toda la gente. Pero uno genuino, humano y con el que podamos identificarnos, así sea mediante la lectura.

2. ¿Qué mensaje trae intrínseco Clarisa para el lector?

Siempre he sido de la idea que cada lector tiene una lectura distinta de un mismo texto. Me pasa a mí misma con las lecturas que hago. Por lo tanto solo puedo hablarte a manera personal sin pretender llevarlo a una generalidad.

Para mí, Clarissa es la mujer plena en el aspecto sexual, que es capaz de vislumbrar algo más allá del mero placer en sí mismo. En ese sentido y llevado a otros ámbitos, es la oportunidad. De cambiar quizá, de permitirse, desde luego, de explorar, de valorarse, de crecer, de ser libres.

La historia de Clarissa apenas comienza, es la primera parte. Pero me gustaría creer que en ésta se establece ese aspecto de una oportunidad de cambio. Que luego todo lector puede llevar a su vida y adaptarlo como mejor lo considere. Eso siempre dependerá de la situación personal y el momento en la vida.

3. ¿En el juego de emociones que esboza la historia por qué la necesidad de hacer de la protagonista una transgresora de su propia libertad, cuando el arte de cierta manera le daba la oportunidad de su vida?

Las mujeres somos complicadas, mucha de nuestra belleza es parte de esos procesos de pensamiento complejos, en donde nada tiene un solo sentido o una cara. A veces las circunstancias nos ponen en un camino y la cotidianidad nos impide salirnos. Muchas otras somos saboteadoras de nosotras mismas. (Cosa que no sucede de forma exclusiva a las mujeres, desde luego que que no) Pero me gusta darle voz a todas las mujeres. A esas que dudan, a esas que cuestionan, temen por un lado y por otro pareciera que no.

Podría tomarse como una metáfora de reclusión, de autocensura. Pues eso es para muchas el placer, el sexo. En Clarissa es a la inversa, ella entiende el sexo y prefiere lidiar con él que con una vida quizá normal, quizá de éxito.

Es una pregunta muy interesante la que haces y muchas veces nuestras vidas están repletas de situaciones así. ¿Por qué no cambiar si sabemos que allí esta una oportunidad?

4. ¿Cómo interpretas la literatura erótica frente a los estereotipos planteados por sociedades aún en evolución?

Me niego a ver a la mujer solamente como un objeto sexual. Es lamentable saber que las sociedades, a pesar de estar en constante evolución, pareciera que en ente tema estamos anclados o a veces que retrocedemos en el tiempo.

Es difícil quitarse el “estigma” de literatura erótica = mala calidad, casi pornografía literaria. Y desde luego que cubren el esquema muchas de las obras allá afuera. Es complicado ver cómo para muchas personas, ni siquiera la consideran como algo serio o algo que vale la pena.

Los estereotipos son fuertes gigantes que juegan en contra. Y ésta es una apuesta complicada.

5. ¿Es indiscutible el perfil psicológico, mas no moralista que se puede observar en “Clarisa”, fue deliberado dicho trazo?

Desde luego que sí. Clarissa debía ser tal cual es. Porque solo desde esa displicencia era interesante mostrar todas sus aristas. Disculpa y permíteme que te repita esta frase, pero es que me resulta muy apropiada: “Clarissa es la mujer que muchas no nos atrevemos a ser. Que muchas somos. Que muchas señalan. Y en el fondo Clarissa es simplemente eso, una mujer como cualquiera de nosotras.”
En una mirada rápida Clarissa resulta simple, sencilla, banal, o superflua. Es tan natural como conocer a alguien por encima o adentrarse en su mundo y dar oportunidad a mostrarles sus sombras.

6. ¿Qué limitaciones o qué libertades tuviste para hacer esta historia?

Tengo la libertad de amar y saberme amada. Eso en sí reduce mis limitaciones a la capacidad técnica de plasmar mis ideas en papel. A cuidar la redacción y la trama lo mejor que pude. Pero en cuanto al género o la trama en sí puedo decir que fue una experiencia muy enriquecedora

7. ¿Qué sensación te deja haber escrito esta novela?

Las mujeres podemos hablar sobre sexo. Muchas lo han hecho, desde luego, pero para otras tantas es un tema tabú y no debería serlo. Las mujeres tenemos mucho que decir al respecto. Nosotras vivimos el sexo de una forma intensa, es de ese modo en que nos convertimos en madres, parimos y por lo tanto tenemos un punto de vista diferente y valioso, tenemos mucho que decir.

Esta novela la inicié como un regalo personal, como un ejercicio lúdico. Sufrió cambios en su proceso pues mi verdadera voz despertó en el transcurso. Nació en mí de forma natural la necesidad de hablar, de exponer y de imponer.

Para mí fue una experiencia liberadora, quizá de las más fuertes a nivel emocional. Yo de forma definitiva invito a las mujeres a no guardar sus pensamientos, a ponerlos por escrito pues nunca sabrán si el día de mañana se atrevan, como yo, a lanzarlos al mundo en espera de que signifiquen algo para alguien más.

8. ¿Cuáles serían tus palabras finales para tus lectores?

Sin lugar a dudas que den una oportunidad a Clarissa. Es una novela que catalogaría en el subgénero de novela erótica y que sé no es del gusto de muchos. Pero el erotismo vive con nosotros y en esta novela no van a encontrar pornografía comercial. Mi intención, mi deseo es despertar una chispa de cambio, de libertad, de oportunidad. Quizá mi deseo quede muy grande para esta novela, pero es un comienzo y me encantaría que le concedieran el beneficio de la duda.


Maritza Luza Castillo es una periodista y escritora peruana que ha colaborado con diversos medios y revistas literarias. Sus poemas han aparecido en antologías publicadas en España, Italia, Argentina, República Dominicana y otros.