Pedro, la tortuga macho que pudo caminar gracias a una ‘silla de ruedas’ con piezas de Lego
Una segunda oportunidad gracias al ingenio. Esta la historia de Pedro, una tortuga macho que desde que nació tuvo dificultades para desplazarse pues le faltaba una pata. Años después, el destino le jugó una mala pasada que le complicó aún más el caminar; sin embargo, todo cambió gracias a unas piezas de Lego.
Sandra Traylor, quien decidió adoptarla y darle calidad de vida, acudió hasta el servicio de medicina zoológica del Hospital de la Escuela de Veterinaria de la Universidad del Estado de Louisiana (LSU) en busca de ayuda para su mascota pueda movilizarse mejor.
Si bien cuando ella la hizo parte de su familia la tortuga no tenía una pata trasera, todo se puso más difícil cuando un día se escapó y al regresar le faltaba la otra extremidad de atrás.
“Desafortunadamente, hace un tiempo, escapó. Sus dueños no lo habían visto por varios meses. Cuando finalmente regresó, había perdido la última pata de atrás”, dijo Kelly Rockwell, pasante de medicina veterinaria de LSU.
Tras ser revisada, los veterinarios no encontraron nada médicamente malo con Pedro, “la herida ya se había curado bastante bien y se las arregló para volver a estar solo con las patas delanteras de alguna manera (…) pensamos que para darle más movilidad, podríamos agregar una prótesis de algún tipo. Hablamos de hacer una impresión tridimensional de algo, o intentar hacerle ruedas”, agregó el especialista.
Es aquí donde la historia de Pedro tuvo un giro total gracias a la creatividad pues convirtieron las ruedas de un kit de automóvil de Lego en una “silla de ruedas” para la tortuga sin patas. La ingeniosa idea fue muy bien recibida Sandra Traylor quien sentía que su tortuga por fin iba a poder caminar.
“Tuvimos a todos los estudiantes ayudando. Teníamos que hacer que los ejes fueran lo suficientemente largos para que se ajustaran a su cuerpo. Utilizamos epoxi para unir a Pedro, el mismo que se usa en las herraduras”, dijo Rockwell quien trabajó con la estudiante veterinaria Sarah Mercer.
Ella agregó que nunca olvidará la experiencia de usar Legos para ayudar a un animal necesitado, pues esto le generó una gran satisfacción a todo el equipo. “Todos (estábamos) riendo encantados mientras veíamos a Pedro por primera vez caminar con sus ruedas. Ese fue un momento de pura alegría”, dijo.
La historia de Pedro, la tortuga macho sin patas traseras, tuvo un final feliz, pues según contó su dueña, “se ajustó de inmediato a ellas. Retrocede, se da vuelta, va y viene”.