Catherine Wreford, la bailarina que no abandona el escenario y sus sueños a pesar de tener un tumor cerebral
Cuando a alguien le dicen que tiene un tumor maligno y que solo le queda poco tiempo de vida se enfrenta a dos opciones: rendirse o luchar hasta el final. Esto decidió Catherine Wreford, una mujer que ama bailar y cuyos sueños en el escenario no se podían truncar por más que en su cerebro algo no anduviera bien. Su historia inspira hoy a quienes la siguen en Instagram.
Ella es una bailarina profesional canadiense con numerosos reconocimientos y a quien le diagnosticaron astrocitoma anaplásico (un tumor cerebral maligno), además, le dijeron que le quedaban entre 2 y 6 años de vida. Ya pasaron 6 y sigue brillando y preparándose para cautivar en una nueva producción de “Romeo y Julieta” en Winnipeg, su ciudad natal en Canadá.
“Y quiero que la gente sepa que la enfermedad invisible que tengo me matará en algún momento, pero no ahora. Todavía puedo bailar, y porque todavía puedo bailar, eso es lo que estoy haciendo”, contó a la BBC.
Protagonista de sus sueños
El Royal Winnipeg Ballet (RWB) invitó a Wreford y a su amigo Craig Ramsay a volver a los escenarios dos décadas después de que la pareja se entrenara en dicha escuela de ballet. Juntos interpretan a los padres de Julieta Capuleto.
“Estamos orgullosos de todo lo que han logrado y tenerlos aquí, actuando con la compañía, ensayando en los estudios donde aprendieron su oficio, es emocionante, incluso más en el contexto de la historia de Catherine”, asegura Tara Birtwhistle, directora artística asociada de RWB.
A pesar de protagonizar espectáculos de Broadway, Wreford decidió hacer un alto en su carrera para enfocarse en descansar y seguir formando su familia; sin embargo, cuando se preparaba para graduarse como enfermera y tener a su segundo hijo, la tragedia golpeó su vida.
“Me gradué de la escuela de enfermería el 10 de mayo de 2013, tuve a mi hija Quinn el 18 de mayo y me diagnosticaron cáncer cerebral el 24 de junio”, contó.
Afrontar el dolor
Después de asumir su diagnóstico, Catherine Wreford decidió que quería pasar sus últimos años haciendo lo que realmente ama: “Estar en el escenario y bailar”. Desde ese momento, no abandonó su sueño y, aunque la parte de su cerebro más afectada se relaciona con la memoria a corto plazo y el habla, ella sigue con sus ensayos, tal como lo demuestra en Instagram.
“Bailar es mucho más fácil para mí que aprender líneas y canciones (…) Estoy orgullosa de mí misma si puedo pasar por una audición sin olvidar las líneas. Pero la coreografía se me queda en la cabeza, esa es una parte diferente de mi cerebro”, contó.
Ella nunca ha ocultado el tumor cerebral que tiene, siempre lo informa a los directores y productores. De ellos recibe mucho apoyo tras la contratación pues le envían todo por adelantado para que ensaye sus líneas para que así pueda “mover el contenido de mi memoria a corto plazo a mi memoria a largo plazo”.
Aunque a veces no recuerda lo que ensayó el día anterior, *Catherine Wrefor*d es otra desde que descubrió su enfermedad pues ahora apreciar más su vida, amigos y familia. Ella habla abiertamente del tema con sus hijos Elliot de 8 años y Quinn de 5 años y ellos son su principal apoyo y motivación para seguir luchando.