(Foto: NSS 2014)

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Hace exactamente un año que fue perpetrado el atentado con bomba en la tradicional Maratón de Boston. Hubo muertos y heridos. EEUU fue sacudido como no sucedía desde el 11 de septiembre de 2001. Pero, ¿qué habría pasado si hubiera sido un ataque terrorista nuclear?

“Las consecuencias serían devastadoras”, dice Giorgio Franceschini de la Hessische Stiftung Friedens und Kofliktforschung (HSFK): Las medidas de evacuación y descontaminación en el lugar del atentado se habrían prolongado más tiempo y habrían sido más costosas, el área afectada habría resultado contaminada y, la población habría sido presa de la inseguridad. Los derechos civiles habrían sido limitados y algunos gobiernos se verían desestabilizados.

¿Una amenaza real?

Para evitar situaciones como ésta, 53 Jefes de Estado y de Gobierno se reúnen a partir del lunes (24.03.2014) en la ciudad holandesa de La Haya para discutir sobre terrorismo nuclear con representantes de Naciones Unidas, de la UE, del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OEIA) y de Interpol, en la III Cumbre de Seguridad Nuclear .

El objetivo de la iniciativa que puso en marcha Barack Obama en 2009 consiste en redactar un plan bien definido para luchar contra la amenaza terrorista nuclear a nivel mundial. La primera cumbre tuvo lugar en Washington en 2010 y, la segunda, dos años más tarde en la capital de Corea del Sur, Seúl.

Los esfuerzos internacionales siguen adelante a pesar de que, por suerte, hasta ahora no ha habido ningún ataque con bombas radioactivas. De momento, el terrorismo nuclear no es ninguna idea abstracta.

“El grupo terrorista Al-Qaeda y la secta japonesa Aum Shinrikyio estuvieron a punto de conseguir la materia prima necesaria para fabricar una bomba atómica, y ya se habían ocupado de la tecnología necesaria para activar un dispositivo explosivo nuclear, pero el proyecto fracasó”, dice Franceschini. Asimismo, parece que terroristas chechenos ya habrían tratado de utilizar un arma radiológica en Moscú.

Tema principal

La seguridad del material apto para ser utilizado en la fabricación de armas nucleares es, por tanto, un tema importante para los participantes en la Cumbre. Según los últimos datos oficiales, hay 1.390 toneladas de uranio altamente enriquecido y 490 toneladas de plutonio en todo el mundo. Del total, 260 toneladas serán utilizadas para fines civiles, por ejemplo, en hospitales.

“Parte de ese material está en constante circulación. Esto ha dejado de ser un asunto nacional. Debemos evitar que ese material caiga en las manos equivocadas”, dice Michelle Cann del think tank Alianza para la Seguridad Global, con sede en Washington.

Como advertencia debe servir de ejemplo el incidente ocurrido el pasado mes de diciembre en México: un vehículo que transportaba equipos médicos con cobalto-60 radioactivo fue atacado y robado. El material que contenía habría sido suficiente para la fabricación de una de las conocidas como “bombas sucias”.

Reducir las existencias

“Pero los terroristas también podrían procurarse material nuclear para la fabricación de bombas en el mercado negro, o robar uranio altamente enriquecido en un reactor de investigación”, advierte Franceschini. Las organizaciones terroristas tienen fácil acceso a dicho material sobre todo en potencias nucleares políticamente inestables, como Pakistán.

Los agujeros de seguridad se encuentran, sin embargo, en instalaciones militares occidentales. Medios de comunicación estadounidenses informaron recientemente de la entrada de tres activistas, incluida una monja de 82 años, en una instalación militar en la que había almacenadas toneladas de material nuclear.

“La única manera de evitar esto es reduciendo las existencias de material fisionable”, dice Michelle Cann. Países como Austria, República Checa, Hungría, México, Suecia, Ucrania y Vietnam demostraron que es posible renunciar totalmente, o de forma parcial, a las existencias de material nuclear apto para ser utilizado en armamento. Según la experta nuclear, “ahora más Estados tienen que dar este paso, y para ello trabajamos en La Haya”.

(Fuente: Deutsche Welle )