(Foto: Marina de Guerra del Perú)

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La filtración en los medios de comunicación del juicio en el fuero militar a los tres marinos acusados de vender información sensible a Chile, alteró el cronograma de la operación de seguimiento a los cómplices de los acusados, pero no significó el fin de la investigación por espionaje.

La República informa que tras la su detención, el técnico de tercera Alfredo Domínguez Raffo, envió el mensaje de texto “A empezar de nuevo”, que de acuerdo a la División de Contrainteligencia, se trataba de un aviso clave para alertar a sus contactos que había sido descubierto.

Según se indicó, tanto Domínguez como los marinos Johnny Philco Borja y Alberto Gonzales Alejo creían que habían sido interceptados por inteligencia el año en que se les denunció ante el tribunal militar, cuando la Dirección de Inteligencia de la Marina (Dintemar), inició el seguimiento cuatro años atrás.

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La División de Inteligencia de Dintemar inició un operativo que significó la observación, vigilancia y seguimiento de Philco, para así identificar a sus posibles contactos. Pese a la detención de Philco, se mantiene el seguimiento a sus contactos.

Pese a que Fidel Domínguez Raffo, hermano del técnico de tercera procesado, contactara a América Televisión, haciendo público el caso de supuesto espionaje, fuentes de la Marina indicaron al rotativo que si bien se produjeron perturbaciones, “la cacería de espías iniciada por la División de Inteligencia continuaba” y esperan que concluyan cuando se neutralice al “último de la red”.

Asimismo, se indicó que Contrainteligencia se encontraba en proceso de verificación de la identidad de los contactos de los dispositivos de Domínguez cuando los hechos fueron revelados al público a través de América Noticias.