Un féretro similar, vacío o con algún peso en su interior, fue llevado al Hospital Militar. (Foto: Clarín)

Un féretro similar, vacío o con algún peso en su interior, fue llevado al Hospital Militar. (Foto: Clarín)

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Los venezolanos que lloraron y acompañaron por más de siete horas el largo cortejo fúnebre del miércoles en Caracas lo hicieron ante un féretro que no tenía el cuerpo de Hugo Chávez, indicaron militares conocedores del dispositivo de traslado, informó ABC.

Según los informantes del diario español, *después que Chávez murió el martes a en La Habana y no en Caracas, el cadáver del presidente fue llevado por la noche al aeropuerto venezolano de La Carlota, en la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, ubicada al interior de Caracas, más cerca de Fuerte Tiuna que el aeropuerto internacional de Maiquetía.

De allí fue conducido al ‘Hospitalito’, el centro médico de ese complejo castrense, en el que se encuentra el Ministerio de Defensa (su nombre se debe al menor tamaño comparado con el Hospital Militar, situado a unos 7 km, al otro lado de la ciudad).

En dicho lugar, que posee una morgue, se abrió el féretro, se revisó el estado en que había llegado el cuerpo tras el vuelo y se concluyó la labor de vestirlo con el uniforme militar. En algún momento del miércoles, el ataúd fue transportado al sótano de la Academia Militar.

Un féretro similar, vacío o con algún peso en su interior, fue llevado al Hospital Militar, de donde el miércoles por la mañana partió la procesión popular. Cuando esta llegó a la Academia, durante un rato la señal televisiva perdió de vista el ataúd. La excusa fue que había que adecentar el féretro, como quitarle las flores y otras cosas que el pueblo había arrojado o reposicionar la bandera que lo cubría. El que surgió de nuevo ante las cámaras, no ya sobre la plataforma de un coche fúnebre, sino a hombros de militares y otras autoridades, era el ataúd verdadero, que luego se abriría en la capilla ardiente.

Al parecer, en el ínterin, un reducido grupo de personas especialmente allegadas – la familia y probablemente los presidentes de Argentina, Bolivia y Uruguay, presentes también luego en la ceremonia pública celebrada en esa Academia Militar – tuvo un acto íntimo.

Aunque la televisión venezolana no mostró ningún plano cercano del féretro cuando este fue abierto para el adiós público, diversas personas que acudieron a despedirse de los restos del presidente indicaron que lo habían visto ligeramente hinchado y sin pelo, nada que ver con las falsas fotografías difundidas por el Gobierno hace tres semanas.

“Querían mostrar un baño de multitudes con un claro interés político, permitiendo que la gente pudiera hasta tocar el féretro, el falso, sin poner en riesgo la integridad física del verdadero; no iban permitir que este, por lo que fuera, se cayera, cuando además parte de su estructura interna es de vidrio”, indicó una de las personas al tanto de las circunstancias del traslado.

Hecho que corrobora las declaraciones de las fuentes es que durante la procesión se reforzó la seguridad, no se permitió a nadie acercarse al féretro de la misma manera que ocurrió durante la marcha. A partir de ahí todo pasó a ser solemne, sin el desorden populista visto en el recorrido por la ciudad.

Pero esta decisión también habría sido tomada por el criterio de la conservación del cadáver, pues iba a ser sometido a siete horas de fuerte calor.