Sánchez se presentó a las autoridades tres días después del crimen. (Foto: Cortesía RPP)

Sánchez se presentó a las autoridades tres días después del crimen. (Foto: Cortesía RPP)

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En la investigación de la policía sobre el asesinato del exconsejero regional de Áncash Ezequiel Nolasco han aparecido indicios que colocan como sospechoso del crimen a alguien cercano a él: su propio abogado, Marco Sánchez Ponte.

Él fue uno de los tres acompañantes de Nolasco cuando este fue asesinado por un hombre encapuchado en Huacho. El hecho ocurrió la noche del viernes en una bodega. Un sicario ingresó al local, disparó a la víctima en la cabeza y huyó con rumbo desconocido.

Según información policial a la que tuvo acceso el diario El Comercio, hay indicios y detalles que hacen sospechar de Sánchez debido a su comportamiento extraño la noche en que Nolasco murió. ¿Qué acciones sospechosas tuvo el letrado para convertirse en pieza clave de la investigación?

Minutos antes de que el asesino de Nolasco entrara a la tienda ubicada en el óvalo de Huacho y disparara cinco veces contra el hombre voceado para postular a la presidencia regional de Áncash, el abogado salió del local a llamar por teléfono.

Luego, según testimonios de testigos de lo ocurrido, él entró a la camioneta en la que se trasladaban y se cambió de ropa sin ningún motivo aparente. El abogado –único de los cinco testigos que aún no declara ante las autoridades– se presentó en la gobernación de Chimbote recién tres días del crimen.

Sánchez Ponte justificó su comportamiento alegando que esperó por casi una hora a que la policía llegara a la escena del crimen, pero se retiró al ver que no sucedía nada. El abogado se ha puesto a disposición de las autoridades, pero todavía no rinde su manifestación.

De otro lado, el titular del Ministerio Público, José Peláez, informó fue cambiado el presidente de la Junta de Fiscales del distrito de Santa, Dante Farro, debido a su supuesta cercanía con el presidente regional de Áncash, César Álvarez, a quien se ha sindicado como el autor intelectual del crimen.

La hipótesis de que Nolasco fue asesinado por razones políticas –él era un rival electoral de Álvarez e incluso lo había acusado de la muerte de su hijastro– sigue siendo investigada por la policía, aunque no se ha descartado que el móvil fuera una disputa en el gremio de construcción civil, al que el exconsejero regional pertenecía.