(Foto: Cortesía American Tarantula Society)

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Un equipo de científicos de Australia y Estados Unidos ha descubierto un componente en el veneno de la tarántula aterciopelada verde peruana (Thrixopelma pruriens) que aletarga las neuronas transmisoras de dolor en el cerebro.

Utilizando un novedoso método que permite buscar entre millones de diferentes venenos de arañas para buscar drogas anestésicas y otras terapias, el Dr Michael Nitabach, de la Universidad de Yale, y otros colegas investigaron diversas toxinas de especies de tarántulas hasta encontrar una que bloqueara el TRPAQ, una parte externa de la neuronas que está relacionada con el dolor.

“Lo hermoso del sistema es que podemos también sintetizar también toxinas que no se encuentran en la naturaleza e identificar mayor potencia y variante moleculares más específicas”, señaló Nitabach en una comunicación publicada en la revista Current Biology.

Según la publicación, el equipo planea enfocar sus esfuerzos hacia el hallazgo de nuevas toxinas que tengan cualidades similares contra la sensibilidad de las neuronas transmisoras del dolor.