(Foto: Wikimedia)

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Mientras en África la epidemia desatada por el letal virus del ébola obliga a drásticas medidas, en América Latina el verdadero riesgo lo representa otro virus: el Chikungunya. ¿Qué tanto impacto puede tener?

Entretanto, se sabe que el ébola no puede “saltar” tan fácilmente a otros continentes, pero hay otros virus como el de la malaria, el dengue y, últimamente, el Chikungunya, que ya están presentes en América Latina. Este último empezó a diseminarse en los últimos años, primero en Brasil, luego en las islas del Caribe y ahora ha “saltado” a Argentina, Uruguay y Venezuela, desde donde se reportan ya más de 200 casos y las alarmas de su avance se prenden en toda la región.

La llamada fiebre Chikungunya es una enfermedad viral transmitida especialmente por el mosquito tigre. Chikungunya es un término de la lengua Kimakonde, de Tanzania, en donde se identificó el virus en 1952. Chikungunya quiere decir “doblarse”, doblarse del dolor en las articulaciones, que es una de las manifestaciones de la infección.

Jakob Kramer, director del departamento de Medicina Tropical del Instituto Bernhard Nocht, con sede en Hamburgo, explica: “Chikungunya es un virus de la familia toga que se transmite a través de la picadura de ciertos mosquitos. El virus, por lo general, sobrevive entre insectos y primates en África, pero cuando el hombre irrumpe en ese hábitat adquiere la infección y la transporta hacia otras regiones o continentes generando brotes”.

Una picadura basta para quedar inmunizado

A la familia de los virus toga pertenecen, por ejemplo, el de la rubéola, la fiebre amarilla y otros 80 virus más.

Los brotes de Chikungunya tienen lugar cuando la población afectada no está inmunizada. Una inmunización, según el virólogo alemán Jakob Kramer, se logra cuando la persona ha sido picada una vez. El organismo desarrolla entonces anticuerpos que impiden que la persona enferme de nuevo. O sea que una picadadura garantiza, en principio, que se sobreviva a nuevas picaduras. ¿Pero también basta una picadadura para morir?

“Por lo general, una infección con el virus del Chikungunya no es letal, aunque la enfermedad puede llegar a ser muy, muy incómoda. Quienes mueren son personas en un estado débil o que ya sufren otros males”, agrega Kramer.

Además de fiebre y fuertes dolores en las articulaciones, produce dolores musculares, de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. Síntomas muy parecidos a los del dengue, con el que se puede confundir.

Presente en 40 países

Desde 2004 la fiebre Chikungunya ha alcanzado proporciones epidémicas. La fiebre Chikungunya se ha detectado en unos 40 países de Asia, África, Europa y ahora las Américas.

Aunque el mosquito tigre, proveniente de Asia, ya ha logrado radicarse en el sur de Alemania, sobreviviendo en lugares resguardados el invierno, no se conocen aún casos de que transmitan dicho virus. Para ello se requiere que el mosquito pique primero a una persona portadora del mal y luego transmita el virus picando a otras personas sanas.

Si en Italia se dio ya un brote de Chikungunya en 2007, existe la probabilidad teórica de que también en Alemania se expanda el virus ya que, el mismo Instituto Bernhard Nocht reporta, cada año, unos 20 casos de infecciones en turistas que han visitado Asia, África o el Caribe.

Mata solo a los débiles

El mal, aunque no es especialmente letal, debilita la salud de los pacientes, a menudo durante largos meses. ¿Cuál puede ser el impacto social o económico de Chikungunya? “Grandes brotes de Chikungunya pueden afectar la capacidad laboral de toda una población. Pero además, como vemos en el Caribe, una epidemia puede causar daños a la industria del turismo”, responde el virólogo alemán.

Aunque son muchos los tipos de mosquitos que podrían transmitir el virus, son las hembras Aedes aegypti y Aedes albopictus las más nocivas. Mientras las unas pican en el día, las otras lo hacen en la noche. Por eso la protección debe ser continua. Importante es saber que estos mismos mosquitos pueden transmitir tanto el virus Chikungunya como el del dengue y, en determinado caso, la malaria.

Pero, como en el caso de ébola, ¿se puede transmitir el Chikungunya de persona a persona? “No. No de manera directa. En caso de una trasfusión de sangre infectada sí. Pero una infección de persona a persona es imposible”.

Esperanzas de una vacuna

La enfermedad suele aparecer entre 4 y 8 días después de la picadura y solo se puede tratar con antipiréticos, analgésicos y líquidos. Los antibióticos, como es sabido, son inoperantes en caso de una infección viral.

Ni contra la malaria ni el dengue, ni contra el Chikungunya existe una vacuna, pero ya hay algunos estudios, como en Estados Unidos y Brasil, que han probado el desarrollo de anticuerpos en ensayos en personas. El virólogo Kramer nos explica por qué: “No debe ser muy difícil desarrollar una vacuna contra Chikungunya porque de este virus no hay sino dos variantes, mientras el del dengue tiene 4 y el de la malaria es capaz de ejecutar innumerables transformaciones”.

(Fuente: Deutsche Welle )