Muchas compañías que desarrollan aplicaciones comparten datos personales, así como de geolocalización de los usuarios, con otras firmas, generalmente con fines publicitarios. (Foto: AFP)

Muchas compañías que desarrollan aplicaciones comparten datos personales, así como de geolocalización de los usuarios, con otras firmas, generalmente con fines publicitarios. (Foto: AFP)

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Un proyecto de ley municipal en Nueva York presentado este martes quiere prohibir la venta de datos de geolocalización de los teléfonos móviles que captan aplicaciones y compañías a terceras partes, por lo que la ciudad podría convertirse en la primera del mundo en tomar esta medida.

El borrador, presentado para su valoración en el Comité de Tecnología del Ayuntamiento de la Ciudad, declara ilegal que un “desarrollador de **aplicaciones **móviles o una compañía telefónica compartan los datos de localización de un cliente cuya información sea captada mientras el aparato esté físicamente presente en la ciudad”, sin permiso expreso del usuario.

Esta normativa municipal también contempla la adopción de multas para todas aquellas compañías o personas que compartan estos datos de 1.000 dólares por infracción, con un máximo diario acumulado de 10.000 por persona cuya localización haya sido compartida de manera ilegal.

Muchas compañías que desarrollan **aplicaciones **comparten datos personales, así como de geolocalización de los usuarios, con otras firmas, generalmente con fines publicitarios, lo que representa el principal ingreso en el caso de aquellos programas que son gratuitos.

El borrador también establece la posibilidad de que sean los propios usuarios cuyos datos han sido compartidos sin su permiso autorizado quienes acudan a los tribunales, lo cuales podrían condenar a los infractores con las cantidades establecidas.

Además, asume que esta prerrogativa es adicional “y no suplanta” al resto de leyes que versan sobre la misma materia.

Estamos viendo cómo las grandes compañías de telecomunicaciones sacan dinero de los datos privados de localización de las personas trabajadoras. Alguien puede inscribirse en un operador telefónico y sus datos pueden acabar en las manos de cinco compañías diferentes”, explicó su impulsor, el concejal Justin Brannan, en un comunicado.

Brannan, que definió estas prácticas como “el Negocio del Gran Hermano”, aseguró no haber negociado la redacción del texto con líderes empresariales de los anunciantes tecnológicos, una industria que en los últimos años ha cobrado mucha relevancia en Nueva York.

La prohibición a la hora de compartir estos datos con terceros no sería total, sino que incluiría algunas excepciones, como los servicios de emergencias, la información necesaria para procesos judiciales o requerida por la ley, así como los usos autorizados de esos datos por parte del cliente.

Una vez presentado el proyecto, primero será valorado en el comité de Tecnología, antes de ser presentado ante el pleno del Ayuntamiento.

El debate sobre el uso de estos datos, del que aún no hay un proyecto federal, ha llegado a la campaña del Partido Demócrata para las presidenciales y una de sus candidatas, la senadora Kamala Harris, ha pedido al Congreso que apruebe una ley para prohibir la venta de los datos de geolocalización.

Fuente: EFE