El cantante planea reunir fondos a favor de drogadictos. (Foto: Facebook / Pete Doherty)

El cantante planea reunir fondos a favor de drogadictos. (Foto: Facebook / Pete Doherty)

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Pete Doherty, el músico británico más controvertido de los últimos años por sus excesos, contó que superó su adicción a las drogas en Tailandia y ahora quiere ayudar a otras personas a dejar la dependencia.

En un artículo publicado en The Independent, el artista relató que consume sustancias desde los 16 años. La heroína, cocaína, marihuana, las pastillas y el ácido lisérgico fueron habituales para el cantante hasta hace unos meses.

“En el fondo de mi mente siempre había heroína. Mucho antes de que me encontrara con ella, la heroína estaba allí. Excepto que en esos primeros años no la llamaba heroína, lo llamé opio”, escribió Doherty.

El líder de The Libertines recordó que lo que lo sedujo de este narcótico fue que lo fumaron artistas como Thomas DeQuincy, Oscar Wilde y Kubla Khan.

“Ahora, más de 10 años después, puedo ver que las drogas me han desconcertado. En la mayoría de los aspectos de mi vida creo que soy una persona bastante sana. Si yo no hubiera tenido éxito con mi música, creo que me hubiera empujado a mí mismo para tener éxito en otra cosa, porque yo soy así. Pero me hice adicto. Yo quería que se detuviera, pero no pude”, refirió.

Doherty expresó que se siente tranquilo y a gusto en el centro de rehabilitación tailandés, al que llegó gracias a un consejero que tuvo en otro sanatorio.

“Estar aquí ha hecho darme cuenta de lo mucho que quiero ayudar a otras personas que luchan con la adicción. Muchas personas podrían beneficiarse con el tratamiento aquí. Este es un lugar maravilloso para estar y sé que algunas personas, si tuvieran la oportunidad de venir, no la desperdiciarían”, lamentó.

La estrella adelantó que planea ofrecer shows con el fin de recaudar fondos para adictos a las drogas. Doherty rememoró que su dependencia lo llevó a la autodestrucción, a perder a sus amigos, a la prisión y a no compartir tiempo con su hija, a la que solo ha visto una vez.

“Yo había ido tan lejos como pude; el siguiente paso lógico para mí, si no recibía ayuda, era matarme. Yo estaba en ese estado terminal. Cuando tienes todas las personas que te rodean, como a tu familia y la mayor parte del mundo, diciendo que es culpa tuya, es bastante difícil de creer en la adicción como una enfermedad”, añadió.