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FOTOS. Los más famosos actores, actrices y otras personalidades del cine arribaron este domingo a la ceremonia 87 de los premios de la academia en el teatro Dolby de Los Angeles.

La alfombra roja de los Óscar, se ha vestido este año con una fórmula tradicional de colores: una alta proporción de blancos, sobrios negros, salpicado por algún apunte de rojo, y sin olvidar una pequeña dosis de extravagancia, personificada, en Jared Leto y su esmoquin lavanda.

Entre los aciertos de la noche ha estado, sin duda, la elegancia de Cate Blanchett, que con un sencillo traje de terciopelo negro del resucitado John Galliano para Martin Margiela, acompañado por un collar azul turquesa, ha demostrado que menos, es siempre más.

Entre las más tradicionales, las nominadas a mejor actriz que han optado por lo seguro, como el blanco de Marion Cotillard, con un vestido en tela troquelada de Dior, o Julianne Moore, con un Chanel Couture cuajado de abalorios.

Rosamund Pike ha preferido probar suerte con un ajustado rojo Givenchy, mientras que Felicity Jones ha elegido un poco favorecedor McQueen en gris perla, con cuerpo tapizado en perlas.

Estos abalorios, tuvieron especial protagonismo en el diseño de Lupita Nyong’o, que vistió un diseño de Calvin Klein cuajado de perlas (unas 6.000), que acaparó gran parte de los flashes.

La ausencia de Jennifer Lawrence ha eliminado de la programación de la noche la caída de turno – hace dos años tropezó en las escaleras al subir a recoger el Óscar y el pasado lo hizo en la alfombra roja -.

Lo que no han faltado han sido los “memes”, en este caso sobre el atuendo de Lady Gaga, que, con un diseño de Azzedine Alaïa, ha causado estupor por unos guantes en rojo, que parecían más propios de las tareas domésticas que de la alfombra roja.

Los 150 metros de recorrido de que dan acceso al Teatro Dolby de Los Ángeles ha estado, en las horas previas a la gala, lleno de moda y diseño, peor también ha contado con el entrañable detalle de Patricia Arquette, una de las ganadoras, que frente a una marca internacional ha preferido vestir un diseño de su mejor amiga de la infancia, Rosetta Getty, y ha estado acompañado por su hermana, su hija y su madre.

En esta edición ha habido muchos momentos familiares como el de Dakota Johnson – de rojo Saint Laurent, con una abertura lateral de vértigo – acompañada por su madre, Melanie Griffith, o los actores Chris Pratt y Anna Faris, que no se iban a quedar de fiesta porque querían volver a casa con su hijo, o Emma Stone que ha ido con su madre.

También de reivindicación ha estado llena la alfombra, la de #askhermore, una campaña que reivindica el derecho a las actrices y directoras a ser preguntadas por algo más que por sus vestidos en la alfombra roja.

“Es difícil ser mujer en Hollywood. Este año somos medio centenar de nominadas y estamos muy contentas de estar aquí, y queremos hablar de nuestro trabajo”, ha señalado Reese Witherspoon, nominada por su trabajo en “Wild”, en el que encarna a una mujer que reconstruye su vida tras una larga peregrinación.

Entre los “déjà vu”, el estilismo de Jennifer López con su tradicional estilo “lady” de traje de noche de pedrería en tono “nude”, y Gwyneth Paltrow con un ceñido traje rosa bebé de Ralph & Russo.

Como nota destacada, los hombres, que conquistan cada año nuevas cotas de experimentación apostando por colores, diseños y estilismos que se desvinculan del típico esmoquin negro con pajarita.

Con el pelo suelto Jared Leto ha impacto a propios y ajenos, con un esmoquin en tono lavanda claro, seguido de cerca en extravagancia por el cantante Will.i.am de The Black Eyed Peas, con un diseño poco usual, de camisa a rallas, pantalón con bajo arremangado; o David Oyelowo, el protagonista de “Selma”, en un esmoquin rojo vino de Dolce&Gabbana.

Tampoco ha pasado desapercibidos Neil Patrick Harris, el maestro de ceremonia, que ha aparecido en la alfombra con un esmoquin gris perla (Brunello Cucinelli), y los actores Adrien Brody y Benedict Cumberbatch, que ha elegido la arriesgada combinación de esmoquin de chaqueta blanca y pantalón negro, al estilo camarero del siglo pasado.

(Fuente: EFE)