(Foto: Wild Bunch)

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Gerard Depardieu volvió a estar en el centro de la polémica tras la aparición de su autobiografía escrita por Lionel Duroy.

De acuerdo a fragmentos de Ça s’est fait comme ça’ (Así sucedió) publicados por el Daily Mail, el actor franco-ruso confesó que de adolescente trabajó como acompañante masculino en las calles de Chateauroux, donde nació, y en París.

“He sabido desde muy joven que gusto a los homosexuales”, señaló antes de apuntar que pronto supo que si le pedían sexo, “yo les pediría dinero”. Sin embargo, eso no es todo.

El chico malo del cine francés reconoció que de vez en cuando asaltaba a sus clientes y a los 16 años fue encarcelado durante tres semanas por robar un automóvil. Más adelante, su vida criminal incluyó la profanación de tumbas para quedarse con las joyas y la ropa de los cadáveres.

“A los 20 años, el rufián que había dentro de mí estaba vivo y pateando. Estafaría a algunos de ellos (de sus clientes). Golpearía a algunos tipos y me marcharía con todo su dinero”, manifestó.

ENLACE: Gerard Depardieu no asistió al juicio por manejar en estado de ebriedad

En su autobiografía, Depardieu también dedica espacio a su legendaria afición por el alcohol. De hecho, recientemente afirmó que puede tomar fácilmente 14 botellas de vino al día, aunque dijo que su alcoholismo se manifiesta como respuesta a sus fobias.

“Estoy obsesionado con el ruido en mi cuerpo, el latido de mi corazón, el gorgoteo de mis intestinos, las grietas de mis articulaciones (…) Se ha convertido en una fobia al punto de que si estoy solo en un hotel tengo que beber para no oírlo, para no volverme loco. No puedo dormir a menos que esté borracho”, explicó.

De otro lado, justificó su controvertida decisión de obtener la ciudadanía rusa para evitar el pago un impuesto para personas de altos ingresos en Francia, país al que tildó de “sucio destre”. El actor aseguró que llamó y gritó al presidente François Hollande, preguntándole si “¿estás contento ahora?”.

Sobre su amigo Vladimir Putin, a quien conoció en 2008. “Creo que le gustó inmediatamente mi lado rufián. De vez en cuando fue recogido de la acera borracho”, aseguró.