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Cuidado, alerta de Spoiler. Aratana kibō!! O mune ni – saraba Torankusu (¡¡Con una nueva esperanza en nuestros corazones!! Dios, Trunks) es el título del episodio 67 de Dragon Ball Super que transmitió en Japón a través de Fuji TV y a nivel mundial vía Crunchyroll.

Al inicio del episodio 67 de Dragon Ball Super, Trunks ha partido en dos a Zamasu con la espada que ha recibido la fuerza del espíritu de la gente del futuro. El dios no puede creer que sea derrotado por un humano, cuando finalmente desaparece en medio de una fuerte luz.

En ese momento, llega Mai con Bulma usando la máquina del tiempo. Mai y Trunks se abrazan, y Gokú resalta que la espada actuó como una Genkidama.

Cuando todo parecía haber acabado, una energía roja aparece y luego un humo negro se expande por todo el planeta Tierra. Se escucha la risa de Zamasu. Gokú y Vegeta intentan transformarse en Super Saiyan Blue, pero no pueden. Entonces Trunks se transforma en Super Saiyan.

Los tres saiyajines lanzan sus ataques especiales: Kame Hame Ha, Garlick Ho y Final Flash, pero estos no hacen mella en la capa oscura que se ha extendido en el firmamento. Gowasu cree que Zamasu puede que pretenda convertirse en el Universo.

De los rostros de Zamasu en el cielo comienzan a salir ataques, que los saiyajines intentan detener. Los kaioshin hacen un campo de energía para protegerse, pero la Tierra está desprotegida y son eliminados.

En el presente, también aparece el rostro rojo de Zamasu ante Gohan, Trunks, Chichi, Krillin y la pandilla de Pilaf. En el planeta de Bills, Wiss siente una energía desagradable que le da escalofríos.

El dios de la Destrucción le dice que se trata de Zamasu. Algo ha ocurrido en el futuro que ha afectado al pasado. Los saiyajines ven que el mundo a su alrededor está en ruinas. Trunks no puede sentir el ki de nadie. Mai entra en crisis al darse cuenta que todos han muerto.

Gokú busca semillas del ermitaño, pero en lugar de eso encuentra el objeto que le había dado Zeno-sama y le pregunta a los kaioshin, si él estaría vivo en este futuro. Ellos responden que sí, pues nadie puede con él.

Gokú convoca a Zenosama y lo abraza, mientras los Kaioshin se arrodillan. Bulma le explica que es el dios más grande del Universo. Pero Zenosama de este tiempo no conoce a Gokú. A Zenosama no le gusta el mundo a donde ha llegado y le pregunta a Gokú si él es el responsable, lo que el saiyajin niega y señala en su lugar a Zamasu.

Gokú le pregunta si puede acabar con él, pero Zenosama decide acabar con ese mundo por completo. Con las justas, Bulma, Trunks y Mai ingresan a la máquina del tiempo. Gokú y Vegeta se cuelgan de la parte de la máquina y logran regresar al presente.

Mai y Trunks del presente conocen al Mai del futuro. Trunks queda prendado de ella.

En ese momento llegan Bills y Wiss, y también los kaioshin. Gokú tiene una idea, y con Trunks utilizan la máquina del tiempo para viajar al futuro, y se encuentran con Zenosama. Con Kaioshin parten hacia el hogar de Zenosama del presente y le presenta a la deidad suprema a su nuevo ‘amigo’.

Durante una cena en la Tierra, Wiss le dice que él puede ayudar a evitar la destrucción del mundo de Trunks. Según indica irá al futuro con él, e irá donde Bills del futuro y le explicará el plan de Zamasu. Además, revela que conoce una forma de contener a Zamasu pese a que sea inmortal. El problema es que en esa línea temporal ya habrá una Mai y un Trunks. A modo de despedida, Vegeta le lanza un golpe que Trunks logra detener.

Al finalizar el episodio 67 de Dragon Ball Super, cuando Trunks y Mai ya están en la máquina del tiempo aparece Gohan. Trunks comienza a llorar porque no pudo proteger el futuro. Sin embargo, Gohan le pide que se cuide, y el hijo de Vegeta se anima.

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