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FOTOS. Cuidado, alerta de Spoiler. Son Gokú ni aitai no ne. Zeno-sama kara no yobidashi (Quiero ver a Son Gokú. El llamado de Zeno-sama) es el título del episodio 55 de Dragon Ball Super que se emitió el último domingo 21 de agosto a través del canal Fuji TV.

En el inicio del capítulo 55 de Dragon Ball Super, Son Gokú llega al planeta de Bills, quien lo ha convocado porque Zeno-sama quiere verlo. Wiss explica que el ser supremo quiere verlo pronto, pero el saiyajin está preocupado porque ya pronto estará lista la máquina del tiempo por lo que deberá viajar al futuro de Trunks.

Wiss indica que hasta él mismo le tomaría meses llegar hasta Zeno-sama pero recuerda que los Kaioshin pueden hacerlo al instante. Bills le pide a Wiss que acompañe a Gokú, pues él no está dispuesto a ir, y advierte al saiyajin que no haga enfadar a Zeno-sama por el bien del Universo.

En la Tierra, Bulma y su padre están terminando con el arreglo de la máquina del tiempo, ayudados por los miembros de la pandilla de Pilaf, mientras que Trunks del Futuro se recupera de la pelea que tuvo con Vegeta.

Bills advierte a Son Gokú que no debe mencionar nada de Black y la máquina del tiempo, pues podría enojar a Zeno-sama. Se revela que existe una conexión entre Kaioshin y el dios de la Destrucción. Wiss explica que si el Kaioshin muere también lo hará Bills. Gokú promete que no revelará ese gran secreto.

Mientras tanto, Zamasu y Gowasu siguen observando el violento comportamiento de los habitantes del planeta *Babari. Para Zamasu esos bárbaros no son más que un desperdicio. En un momento, ellos son atacados por uno de los habitantes del planeta, y pese a que Gowasu le ordena no matarlo, él lo hace.

Kaioshin va con Son Gokú y Wiss al hogar de Zeno-sama, siendo recibidos por un extraño personaje. Wiss y Kaioshin saludan respetuosamente, pero el saiyajin no es muy educado por lo que es golpeado por Kaioshin.

Gokú se da cuenta que se trata de un ser poderoso. Wiss le explica que se trata de Daishikan-sama, quien tiene el poder de pelea más grande de todos los universos. Wiss le dice que ni él mismo podría hacer algo contra él.

Cuando llegan donde Zeno-sama, Kaioshin se arrodilla de inmediata, mientras el ser superior saluda alegremente a Son Gokú. El objetivo de la llamada de Zeno-sama es que quiere que sea su amigo.

Gokú pregunta qué debería hacer para convertirse en su amigo y Zeno-sama dice que deberían jugar. El saiyajin le pregunta si para eso nomás lo convocó, por lo que el ser supremo se cuestiona si está mal. En ese momento interviene Kaioshin para decirle que no hay problema con que jueguen, pero Zeno-sama lo calla.

Gokú le dice que no es necesario que lo llame Son Gokú, su nombre solo está bien, por lo que Zeno-sama también quiere que lo llamen de un nombre especial*. Gokú se decide por Zen-chan (chan se utiliza con niños) lo que llama la atención de todos los presentes, pero al ser supremo le gusta.

Gokú le pide tiempo a Zeno-sama antes de jugar pues está ocupado, lo que hace que los guardias del ser supremo se molesten, pero también son mandados a callar. El saiyajin también le promete acudir con alguien más para jugar, y hacen un juego de manos. Zeno-sama le entrega un dispositivo a Gokú que hará que Zen-chan llegue donde esté el saiyajin.

Al regresar al planeta de Bills, el dios de la Destrucción no puede creer que llame Zen-chan a Zeno-sama.

En el décimo universo, Zamasu y Gowasu tienen una nueva discusión respecto al comportamiento de los seres humanos. Gowasu insiste en que se debe guiar a los humanos, pero Zamasu no está de acuerdo.

En la Tierra, Bulma muestra la renovada máquina del tiempo. Trunks del Futuro, Gokú y Vegeta parten hacia el futuro. Todo está completamente destrozado. Trunks encuentra el gorro de Mai, mientras que Gokú es atacado por la resistencia humana. Lo están confundiendo con Black Gokú.

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[Esta nota de Dragon Ball Super fue publicada originalmente el 22.08.2016]