‘Deadpool 2’ se estrena este jueves a nivel mundial (Foto: 20th Century Fox)

‘Deadpool 2’ se estrena este jueves a nivel mundial (Foto: 20th Century Fox)

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Por: César Valero
FILM REVIEW. El principal problema de Deadpool 2 es que intenta ser lo más divertida posible que termina siendo antipática por pasajes, como ese amigo que fracasa como comediante pero que aún así regresa con un chiste más malo que el anterior. También se preocupa demasiado por las referencias, como si fuera un elemento aún más importante que el desarrollo de los nuevos personajes. ¿Realmente es imprescindible burlarse de DC o del MCU? Además, si bien la película promete encontrar el corazón de Wade Wilson, se queda en la superficie, por más que Wade se sumerja en los abismos de su ser o explore la pesadilla de la vida eterna.

Dirigida por David Leitch, uno de los ‘tipos que mató al perro de John Wick’, Deadpool 2 es una película inferior a la primera, aunque entre sus defectos es más grande en términos de franquicia, más ambiciosa. Después de todo, es la puerta de ingreso al universo de la X-Force y de los viajes en el tiempo. Por más que Wade diga que no quiere ser tomado en serio, la verdad es que su marca tiene metas en el tiempo, sobre todo ahora que 20th Century Fox fue adquirida por Disney. Habrá muchas más oportunidades, pero al mismo tiempo, mucha más vigilancia de la que se salvó la primera película. Deadpool ahora está sujeto al ojo crítico de la comunidad de Marvel y de un público que espera reírse y perturbarse. No obstante, esta secuela no deja tantos muertos como su antecesora.

Mientras que la primera película, de Tim Miller, se encargó de los orígenes del antihéroe más famoso de Marvel Comics, Deadpool 2 explora la búsqueda de Wade de algo más importante que salvar el mundo, del sentido de familia, de su corazón a partir de las palabras de Vanessa, el amor de su vida. Para Wade Wilson, su corazón está en Vanessa y en el niño al que debe proteger de Cable, el viajero del tiempo que tiene la misma cara de Thanos.

La premisa es la siguiente. Después de enfrentar a los chicos malos de todo el mundo y de no dejar ningún testigo en ninguna escena – bueno, casi ninguno –, el trabajo persigue a Deadpool a casa y bastante pronto, debe elegir entre el código moral de los X-Men y la prisión. ¿Qué escoge? Desde luego, las rejas y la muerte, aunque la decisión más fácil muy pronto se complica cuando Cable aparece con una agenda propia: asesinar a Russell, su compañero de celda, un adolescente que con justa razón se hace llamar Firefist. Puede generar fuego y hacer arder todo a su alrededor. Asimismo, puede esconder lapiceros en lugares insospechados, encontrar aliados en las situaciones extremas y desnudar el lado más sensible de Wade. Entre tanto sarcasmo, bromas sexuales, raciales y de Logan, Wade es un hombre de nobles sentimientos, aunque también una máquina asesina imparable. Demonios, ¡ni Cable puede con sus poderes de supervivencia! Del mismo modo, ni Colossus puede con su sexapil. Sin dudas, Ryan Reynolds es lo mejor de la película, sin importar si el guion no fue tan bien logrado esta vez, sin importar que pueda resultar pesado por ratos. ¿Merece un Óscar? Al menos eso cree él.

[ENLACE. Deadpool 2: Antorcha Humana casi reaparece en escena post-créditos]

Reynolds, simple y llanamente, se ha convertido en Deadpool en cada rincón de su ser. Ya no hay forma de imaginar a Wade con otra voz o rostro. Su compromiso con el personaje es tan grande que se sumó a la terna de guionistas acreditados del filme. Atrás quedaron esos infames días como Green Lantern, Reynolds hoy es Deadpool y también líder de la X-Force, la fuerza que debutó ‘desastrosamente’ en la cinta.

Para detener a Cable, Wade abre una convocatoria a la que responden distintos mutantes, desde un hombre invisible hasta Terry Crews, desde un hombre común y corriente hasta la mujer con la mejor suerte del mundo. ¿La nombre de esta última? Domino, la mejor adhesión entre tantos personajes desaprovechados. Zazie Beetz, salida de las canteras de Atlanta, ejecuta su participación con el cinismo requerido para incluso estar a la altura del protagonista. ¿Cable? Por más fuerza y motivos que desprenda en la pantalla, no calza para esta película, ni siquiera como la contraparte de Wade.

Deadpool 2 también recurre a los pocos mutantes que puede usar de los X-Men y el crisol es visualmente atractivo, aunque no espectacular. El mismo CGI no es excepcional cuando debe serlo. Nuevamente, demasiada comicidad entorpece la narración en lugar de agilizarla o suavizarla. Asimismo, romper la cuarta pared ante cualquier excusa termina desgastando este recurso.

Leitch es un especialista de escenas de acción y eso se nota y siente en su película, sobre todo al comienzo, pero después del Deadpool de Miller podía esperarse algo más. La deuda queda para X-Force, la próxima película de la franquicia.

Deadpool 2 ya está en cines.

PD: Los subtítulos en español de Deadpool 2 no se ajustan a la realidad cuando Wade Wilson hace algunas referencias a la cultura pop, sobre la que es versado hasta no poder pedir más, y si bien pueden entenderse los cambios, no se justifican.