Repsol no vendió La Pampilla porque no recibió ofertas adecuadas

La firma española Repsol desistió vender su 51% de participación en la refinería La Pampilla debido a que las ofertas de los postores (Blue Oil, Grupo Romero e Intercorp) no satisficieron sus expectativas.

La venta comprendía a la refinería, la envasadora de gas natural licuado Solgas y los más de 300 grifos de la marca.

Según una fuente del sector de hidrocarburos le comentó a El Comercio, ninguno de los postores estuvo en condiciones para asumir el elevado costo de modernización de la refinería para adecuarse a los nuevos estándares de reducción en los niveles de sulfuros de los combustibles que produce, que debería efectuarse antes de que comience 2016.

Ahora Repsol, que buscaba reducir su deuda neta, deberá encontrar una fórmula de financiamiento asequible para adecuar a La Pampilla y que esta siga operando en el país. La empresa española se encuentra en un proceso de desinversión internacional tras la nacionalización de su sucursal YPF por parte del gobierno de Cristina Fernández a mediados de 2013, un duro golpe para sus finanzas.

Parte de este proceso comenzó en febrero de 2013, cuando vendió todos sus activos de gas natural licuado a Shell por US$6.653 millones, incluyendo el 20% de participación en Perú LNG.

La intención del Gobierno de participar en la venta de La Pampilla desencadenó una pequeña crisis política en el país que hizo que, luego de múltiples críticas, el Estado desistiera.

De igual manera que Repsol, la empresa estatal Petro-Perú deberá modernizar la refinería Talara por un costo de US$3.500 millones.