(Foto: Deutsche Welle)

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“No tenemos dinero para viajar fuera de Brasil, pero, gracias a la exposición de los 145 osos de Alemania, estamos aprendiendo algo sobre cada país”, dice la estudiante Gabriela Logo, de paseo por la “Avenida de los Osos”.

Los 145 osos de vivos colores embellecen el paisaje y promueven la tolerancia y la amistad entre los pueblos en una exposición itinerante que, ahora, tiene por sede a Río de Janeiro.

Miden dos metros y representan a diversos países y culturas del mundo. Los “Buddy Bears” con las patas delanteras levantadas son el emblema de la ciudad de Berlín.

Las esculturas fueron creadas en 2002 por artistas de varios países y han viajado desde entonces por varias ciudades alemanas y de otros países, como Hong Kong, Estambul, Tokio, Seúl, Sidney, Varsovia, Buenos Aires o Montevideo.

Su llegada a Río de Janeiro estuvo marcada por la controversia desde el comienzo, ya que la FIFA no permite otro tipo de propaganda, a no ser las de sus propios patrocinadores ni en estadios mundialistas ni en los paseos de los hinchas de fútbol.

Un imán para los visitantes del Mundial

Las empresas que patrocinan a los “Buddy Bears” son, entre otras, Lufthansa, la empresa de contenedores Hamburg Süd y Mercedes Benz, pero no figuran en primer plano, sino muy discretamente, sobre una plaqueta blanca al pie de cada escultura.

En principio, se planeó que los ositos berlineses estuvieran presentes desde fines de abril hasta fines de mayo en la playa de Copacabana, para poner el broche de oro al “Año de Alemania en Brasil”, inaugurado por el presidente alemán, Joachim Gauck, en San Pablo.

Pero al cónsul alemán en Río, Harald Klein, se le ocurrió la idea de utilizar a los simpáticos ositos para atraer más visitantes a la exposición, “no solo a los brasileros, sino también a los visitantes del mundial de todos los países”.

Finalmente se llegó a un acuerdo para situar las figuras en un extremo de Copacabana. La presencia de los osos de Berlín se extenderá allí hasta el 20 de julio, día en que emprenderán el viaje de regreso a casa. Según las autoridades de la ciudad de Río de Janeiro, su embalaje tomará solo cerca de dos horas. Y ya se han preparado 40 contenedores para que los ositos puedan cruzar sin peligro el Atlántico.

(Fuente: Deutsche Welle )