(Foto: USI)
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Manuel Burga no solo es cuestionado por su interés de continuar al frente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), sino también porque es acusado de lavado de activos desde hace algunos años. De hecho, la denuncia revivió en los días previos a las elecciones en las FPF.
Los supuestos actos ilícitos tienen relación con una escuela de entrenadores llamada Instituto Alfonso Huapaya Cabrera, que funcionaba en las instalaciones de la FPF.
El suboficial PNP ® Dante Gamarra Zuñé, que pertenecía a la División de Lavado de Activos de la Policía Nacional, denunció que el director interino de esta escuela, Enrique Pacheco Farromeque, quien fue designado por el mismo Burga, registró ingresos en sus cuentas bancarias por más de US$1 millón entre 2006 y 2008. Además, compró cuatro inmuebles (incluyendo una casa de playa) y alrededor de veinte vehículos y una embarcación en unas operaciones muy sospechosas.
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En ese marco, el 65% de los encuestados por Ipsos Perú dijo estar enterado de esta denuncia y de ese porcentaje, el 88% cree que el presidente de la FPF es culpable de confabularse con Pacheco. Asimismo, el 69% asegura que la acusación está bien sustentada.
Además, el 70% está de acuerdo con la intervención del Estado peruano en este caso sin importar que la FIFA desafilie al fútbol peruano. Solo el 24% se opone para evitar cualquier sanción del máximo ente rector del balompié mundial.
Finalmente, el 61% considera que el Estado debe intervenir en las elecciones de los dirigentes de la FPF y de cualquier otra disciplina deportiva.
