Claudio Pizarro. (Foto: EFE)

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El regreso de Claudio Pizarro al Werder Bremen amenaza con convertirse en un gran fiasco para el futbolista peruano, que no ha logrado integrarse en el equipo y podría ver desde el banquillo el partido del sábado ante el Bayern Múnich, su antiguo club.

El peruano, el extranjero que más goles ha marcado en la historia de la Bundesliga, regresó en septiembre al Bremen como una gran promesa, pero fue más bien un actor secundario en la mayoría de los partidos que jugó.

“No trajo la salvación”, dijo su entrenador, Viktor Skripnik, en una entrevista a la publicación especializada “Sport Bild”.

Esperanzas rotas desde la noche del 6 de septiembre, cuando unos 200 fans del Werder Bremen festejaron a su ídolo recién aterrizado en el aeropuerto de la localidad norteña. “Esto no me lo esperaba”, dijo Claudio Pizarro** de su recibimiento triunfal.

La euforia no tenía fronteras. Su camiseta, con el número 14, fue un éxito comercial. “Pizza”, como le apodan sus fans, encarnaba además las aspiraciones europeas del Werder Bremen . A la semana de su regreso, dio una asistencia en el tiempo de descuento para adelantar al Bremen 2-1 ante el Hoffenheim en un partido que terminaría 3-1.

“Quizá podamos clasificarnos para la Europa League”, anunció optimista. A sus 37 años se vio, incluso, con posibilidades de clasificarse para la Champions League: “¿Por qué no?”

Cinco semanas más tarde se impone otra realidad. Desde el 3-1 ante el Hoffenheim, el Bremen perdió los cuatro encuentros que disputó en la Bundesliga. En lugar del esperado olimpo europeo, el Bremen cayó a posiciones de descenso en la tabla.

El antiguo mánager del club Willi Lemke se enfadó, sobre todo, por las declaraciones triunfalistas de Claudio Pizarro tras el fichaje. “Me sorprendieron mucho, porque son ajenas al Bremen y no demasiado inteligentes”, dijo el actual miembro del consejo de vigilancia del club. “Son cosas que les suceden a los jóvenes”.

El director deportivo del Bremen, Thomas Eichin, defendió la euforia de su estrella. “Es también uno de los motivos por el que le fichamos. Tiene que traer una mentalidad ganadora al equipo”.

“Tiene 37 años, no se puede esperar demasiado; tampoco puede hacerlo él todo solo, ahora nos necesita a nosotros, como equipo”, dijo por su parte el centrocampista del Bremen Philipp Bargfrede.

En lugar de trabajar su estado físico durante la pausa de partidos internacionales, Pizarro voló a Perú para enfrentarse a Colombia con la selección. Tras la derrota por 2-0, el periodista peruano Gonzalo Núñez dijo que el delantero jugó “como una tortuga embarazada”. Días después, Pizarro pasó en el banquillo todo el partido con Chile.

Puede que le vuelva a suceder en el encuentro del sábado ante su antiguo equipo, el Bayern Múnich, que no le renovó el contrato tras una última temporada en la que no brilló. Solo jugó 373 minutos.

(Fuente: DPA)


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