La historia de Mejías se volvió viral tras ser compartida en redes sociales. (Foto: lasexta.com)

La historia de Mejías se volvió viral tras ser compartida en redes sociales. (Foto: lasexta.com)

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Es cierto que la mayoría de alumnos de universidades se ubican entre los 18 y 25 años; sin embargo, este tipo de instituciones tienen las puertas abiertas a todas aquellas personas que cumplan con algunos requisitos básicos y, por supuesto, a quienes deseen superarse.

Adicionalmente, es indispensable una cuota de compromiso y perseverancia, valores que servirán como una guía para que el estudiante cumpla sus objetivos.

Todo lo anterior fue muy tomado en cuenta por Ismael Mejías Soto, un hombre que sorprendió al mundo tras graduarse como ingeniero industrial en la Universidad Interamericana de Puerto Rico a los 78 años de edad.

Se trata de un veterano de las fuerzas armadas y exempleado de la **Autoridad de Energía Eléctrica **(AEE) que pudo cumplir su sueño de convertirse en profesional y al que había estado persiguiendo durante sesenta años, según informó TelevisaNews.

Y es que tenía 19 años cuando inició sus estudios, aunque no pudo acabarlos recién hasta hace algunos días.

Asegura que cuando anunció su deseo de retomar sus estudios, su esposa creyó que “estaba loco”, por lo que confió en “el Señor” para intentarlo.

“Iba un día por la calle y una muchacha me entregó un flyer, pero no le hice mucho caso. Cuando llegué a mi casa, recordé ese flyer que me habían entregado y resultó ser una promoción académica de esa universidad. Entonces, surgió en mi el deseo de volver a estudiar y terminar la profesión de ingeniero que nunca terminé”, declaró.

“Antes de decidirme, le presenté al Señor mi deseo de volver a estudiar, le dije que lo intentaría pero que si me encontraba en el camino piedras de tropiezo, no iba a continuar”, agregó en conversación con Univisión.

Es así que, luego de seis años de reiniciar sus estudios, e invirtiendo casi tres horas al día para desplazarse desde el pueblo donde reside, Quebradillas, hasta la ciudad de Bayamón, pudo convertirse en ingeniero.

“Mi meta ahora es cumplir el propósito de Dios. Si él me necesita para algún ministerio, donde sea, iré donde él me mande. Esto era más bien una meta personal que deseaba conseguir y lo logree. Si en el futuro surge la necesidad de volver a trabajar, lo hago con mucho gusto”, señaló.

Ismael estuvo acompañado de sus familiares en la graduación realizada en el Coliseo de Puerto Rico en Hato Rey.

Por otra parte, llegó a ser reconocido por el Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico, institución que compartió una carta en su cuenta de Twitter para felicitarlo por ser un ejemplo de perseverancia.