Especies como delfines, tiburones, focas o ballenas sufren las consecuencias de la denominada como ‘pesca fantasma’, la que producen estas redes a la deriva. (Foto: Facebook/
Scottish Marine Animal Strandings Scheme)

Especies como delfines, tiburones, focas o ballenas sufren las consecuencias de la denominada como ‘pesca fantasma’, la que producen estas redes a la deriva. (Foto: Facebook/
Scottish Marine Animal Strandings Scheme)

Síguenos en Facebook



La presencia de residuos de plástico en el mar se ha convertido en un grave problema que afecta seriamente al ecosistema marino. Prueba de ello, el desgarrador hallazgo realizado hace poco en la Isla Sanday, en el archipiélago de Orkney en Escocia, en donde se encontró a una ballena muerta. 

Se trata de un espécimen hembra minke o rorcual aliblanco que se había enredado en una red de pesca y que además estaba embarazada, según informaron los expertos del Scottish Marine Animal Stranding Scheme (Smass) en Facebook

La autopsia confirmó que la ballena gozaba de buena salud; sin embargo, la red de nylon que se atoró en sus barbas causó su muerte pues impidió que el mamífero filtrara el agua del mar. 

A través de Facebook, los expertos dieron a conocer que la red impidió que la ballena se mueva y alimente. 

“El enredo en redes y líneas de pesca es una preocupación mundial cada vez mayor y este caso destaca que el riesgo de enredo en estas especies no se debe solo a la cuerda: las redes perdidas, abandonadas o descartadas también representan un peligro significativo para la vida marina”, escribieron.

“En este caso, el enredo le costó la vida a dos animales: la madre y su cría no nacida. Esto demuestra aún más por qué tales interacciones pueden ser trágicas a nivel individual y potencialmente un riesgo para la población. Por supuesto, hay situaciones en las que se pierde el equipo por accidente, pero, donde no es así, simplemente no hay excusa para arrojar deliberadamente estas cosas por la borda. Seguramente no es mucho pedir que lo traigan a tierra y lo eliminen de manera responsable?”, añadieron.

Por si fuera poco, las redes fantasma también dañan a los arrecifes de coral, rompiéndolos, exponiéndolos a enfermedades e incluso bloqueando la luz solar que necesitan para vivir.