Esta es una historia que habita la cotidianidad de una manera bastante atractiva y singular.

Esta es una historia que habita la cotidianidad de una manera bastante atractiva y singular.

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Por: Maritza Luza Castillo
Jorge Moreno es un joven escritor madrileño profesional en el rubro de Ciencias Económicas y Empresariales, se desempeña en el ámbito financiero y abriga la literatura como una de sus mas grandes inversiones secretas.

Cmenzó a saborear el éxito en el I Premio “El folio en blanco” de la Cátedra Carmen Posadas con el relato “Loco”. Logró alzarse como finalista en una serie de concursos literarios lo cual consolidan su permanencia en la escritura. Dueño de un estilo muy particular y desenfadado de narrativa recientemente nos sorprendió con la novela: “Dos Minutos”, dando muestras de madurez literaria con una historia que habita la cotidianidad de una manera bastante atractiva y singular.

1. La primera impresión después de leer los dos primeros capítulos de la novela, te encuentras aparentemente con la crónica de un perdedor que obviamente no lo es. ¿Cuál es la intención estructural al ubicar como primera piedra fundamental “un supuesto” vale decir un señuelo como guía de una historia que se escribe desde las emociones?

Me he dado cuenta de que la mayoría de mis historias van de perdedores, aunque no tengo mucha idea de el por qué. No sé si es por identificación o, porque resultan más creíbles o, simplemente porque es más fácil que me interese una historia de alguien al que las cosas le salen mal, me es más atractivo el saber si al final consigue lo que quiere, o simplemente me resulta más divertido.

2. “Dos Minutos”, no es sólo la invitación a leer un libro. ¿Qué es para Jorge Moreno? ¿Cuál fue la reseña que el libro le obsequia al autor?

El título del libro fue de lo último que decidí. De hecho, cuando empecé a escribir el libro lo titulé de otra manera, pero fue cuando surgió en la trama la cuestión de “dos minutos” cuando tuve claro que debía titularlo así.

“Dos Minutos” para mí es la relatividad de todo. Nada es lo que parece; un periodo muy corto de tiempo como dos minutos puede ser eterno dependiendo para quién o en qué situación puede implicar mucho más que el tiempo real que significa. Cada persona tiene su propia realidad.

3. Una narración en primera persona por lo regular es el anzuelo perfecto para capturar atención. ¿Ahora no revelar el nombre del protagonista desde el principio es un recurso para mantener la expectativa en la lectura?

Yo creo que es un defecto personal, me cuesta dar nombre a los personajes, me parece que es como hacerles demasiado reales. Todos estamos condicionados por los nombres, siempre nos recuerdan a alguien y tendemos a identificarlos. Por eso me cuesta darles un nombre e incluso muchas veces intento que sean nombres que no los relacione con nadie para no condicionarme.

4. Robert Crais (Louisiana, EE. UU.) fue guionista de series televisivas como El mono bajo la lluvia. Él ha encabezado las listas de libros más vendidos del New York Times. Su novela “El secuestro” (elegida Notable Book of the Year por el New York Times y Mejor Thriller del año por Amazon) fue llevada al cine en 2005 con el título de “Hostage”. Posteriormente escribió “Dos minutos” novela policial muy galardonada. Obviamente comparten el mismo título pero no el contenido. ¿Qué sensación te produce esta coincidencia?

Pues ahora que me lo cuentas, me alegra. Me gusta escribir cosas muy visuales, que sean fáciles de imaginar, por decirlo de alguna manera, que sean muy cinematográficas.

Las diferencias entre las dos novelas son infinitas. Y con eso volvemos a una respuesta anterior: cada cosa tiene un significado diferente para cada persona.

5. Desde el punto de vista del escritor, ¿Qué disciplina te ocupa durante el proceso creativo? ¿Cuáles son tus parámetros empleados para el desarrollo del tema?

En este sentido soy bastante anárquico. Hay veces que empiezo a escribir por una idea sin tener muy claro lo que saldrá y con la escritura se va desarrollando. Otras veces escribo pensando en un final que tengo en mente y otras veces solo sé cosas que quiero que pasen y las voy hilando. En el caso de “Dos minutos” tenía muy claro el fondo de los personajes y las motivaciones. La historia real fue surgiendo a medida que iba escribiendo.

6. ¿Al terminar la elaboración del libro que tienes en mente sientes que cumpliste con trasmitir aquello que valoraste o juzgaste imprescindible como aporte a la literatura?

Sinceramente, en mí caso, no valoro el escribir como un aporte a la literatura. Disfruto escribiendo, lo hago por puro egoísmo, por necesidad.

7. ¿Cuándo escribes de alguna manera te interpretas a ti mismo?

No, para nada, intento alejarme de los personajes e imaginar situaciones que pudieran surgirles. Mi vida ya me la conozco y prefiero imaginarme otras historias. Aunque me imagino que es imposible impermeabilizarse de todo y está lleno de momentos vividos, vistos o que me hayan contado.

8. ¿Cómo trabajas el final del libro, buscas correlaciones o la sorpresa?

El final del libro es algo que siempre me preocupa. Me aterran los finales insulsos o con poco sentido, me obsesiona que el final pudiera resultar plano, por lo que intento que pasen cosas. Siempre intento que al final todo cuadre, o que al menos no queden hilos sueltos y que todo lo que se ha leído antes tenga un sentido.

Me gustan los libros que cuando terminas de leer te provocan una leve sonrisa o te hacen quedarte pensando aunque sea unos segundos y en ello un punto de sorpresa es indispensable.

9. ¿Qué le dirías a tus lectores finalmente?

Si le ha gustado el libro, recomiéndalo a sus amigos y si no le ha gustado, a sus enemigos.


Maritza Luza Castillo es una periodista y escritora peruana que ha colaborado con diversos medios y revistas literarias. Sus poemas han aparecido en antologías publicadas en España, Italia, Argentina, República Dominicana y otros.