(Foto: Cortesía Elena Solis)

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Por: Maritza Luza Castillo
“Yo quería ser Elena Solís” es una historia de una mujer que se permite hablar y en simultáneo escucharse para alcanzar la libertad a la que aspira como ser humano. Elena Solís, la autora Uruguaya publicada por Turpial Editores, nos entrega una narración directa que subraya la importancia fundamental de la mujer en su rol integral. Y pone en evidencia el desarrollo evolutivo que puede sufrir una joven, a lo largo de su búsqueda personal.

1. ¿Bajo qué circunstancia se te ocurrió el título del libro? ¿Conlleva implicancias personales y de cierta manera psicológicas?

Sí, naturalmente, el título del libro tiene implicancias personales. Tiene que ver con el deseo de ser una misma, pero no en términos genéricos. Es decir, en este libro yo relato una historia o un conjunto de historias, no pretendo decir que el camino de Elena Solis es el camino recomendable para las mujeres del mundo. Ni por asomo. El personaje principal comete errores, se equivoca mucho y hace cosas peligrosas, graves incluso. Cosas que yo no le recomiendo a nadie. Por eso el libro se llama “Yo quería ser Elena Solis”, porque se trata de ser yo misma. Este título surgió del recuerdo de la infancia, cuando yo era niña quería ser artista, ser escritora, ser libre, y en este momento de mi vida, podría decirse que soy eso que yo quería ser de niña. Creo que ese sentimiento, el tomar consciencia de ese logro, es a la vez algo humilde y grandioso, algo que hace a la felicidad. Sin embargo, esto se puede prestar a confusión. Este libro no es realmente una autobiografía, tiene mucho de ficción. En algunos cuentos es clarísima la ficción, en otros es un poco más dudosa.

Por otro lado, con respecto a lo que pueda tener de autobiográfico, no se trata para nada de la intención de decir “la verdad”. No se trata de una reivindicación de mí misma en un sentido moral. Si de algo se trata, en todo caso, es de la reivindicación del derecho a hablar de cosas que me pasan a mí como mujer, desde una intimidad que puede ser claramente universalizable. Y esa intimidad universalizable, a mi juicio, cuando se trata de literatura escrita por mujeres, es muy valiosa, porque re formula un paradigma de mujer que nos hace bien. Un paradigma de mujer construido desde una mujer o un conjunto de mujeres, que habla de cosas que han quedado vedadas, ajenas a la literatura y a los ámbitos del conocimiento más relevantes. Por eso también el apropiarme de ese personaje, Elena, tan miserable. Es una forma de decir, “entendámonos, esto no pasa sólo en la crónica roja, ni en las revistas de mujeres y esto no es así, no es como lo vimos hasta ahora”. Por ejemplo, en lo que refiere al amor y al sexo y a la intimidad, hay un apropiarse desde el yo de prácticas que pueden ser tildadas de perversas e incluso repugnantes, como autora, considero una responsabilidad escribir estas cosas desde el yo, porque es una forma de decir que estas cosas pasan acá, en la clase media culta, acá no más, me pasan a mí. No es siempre lo que realmente me pasa, sino la responsabilidad como artista de apropiarme de esas cosas.

2. ¿Cuáles son los pasos para romper con el yo tradicional y enfrentarse porque es necesario al yo nuevo que ignora un poco la heterosexualidad común y corriente de los latinoamericanos? ¿Cuánto tiempo demanda el periodo de recuperación y afirmamiento del yo definitivo en un nuevo rol?

Con respecto al proceso que va haciendo el personaje, está ahí, está en el libro, y no hay un tiempo definido. En lo personal, hablando de mí misma, ese proceso de reafirmación me lleva toda la vida y claramente todavía no se terminó. Los pasos que yo di, cuesta pensarlos, ir para atrás y darse cuenta, fueron muchas cosas. Tomar consciencia de los verdaderos deseos sexuales. Tomar consciencia de la diferencia entre la sexualidad en fantasías y la sexualidad real. La vinculación que hay entre la orientación sexual y el trato que una recibe del entorno. El derecho a la visibilidad. Pero el libro no habla sólo de orientación sexual. Habla también del consumo, por ejemplo. Elena Solis es un personaje que está todo lo más fuera que puede del mercado de consumo. Porque de alguna forma, si una mujer verdaderamente piensa en sí misma, en sus derechos, se reformula tanto que termina estando fuera del status quo, fuera del sistema. Y cuando digo esto, sí estoy diciendo algo que pienso, otro concepto, algo que afirmo en términos generales, yo pienso eso ahora, en este momento de mi vida, cuando hace más o menos un año y medio que terminé de escribir el libro “Yo quería ser Elena Solís”. Yo pienso que si las mujeres realmente reflexionamos sobre lo que nos ha ocurrido a lo largo de la historia, sobre lo que nos está ocurriendo ahora, tomamos consciencia de formas de sometimiento tan profundas, que, sortearlas, implica necesariamente salir del sistema.

3. Durante el desarrollo del libro hay un cambio en la persona de la narración, pasa de narrador en tercera persona a la primera. ¿Es acaso tu técnica para diferencias la evolución del personaje central de la trama?

El motivo de tal cambio está sustentando únicamente en mi seguridad personal.

4. ¿Qué es lo que te provocó hacer esta historia? ¿Cuál es el objetivo de la misma?

Con respecto a esta pregunta, y en realidad a todas las que se me hacen sobre cualquier obra mía, la realidad es que mi escritura es más bien impulsiva, que hay una cierta intuición con respecto a lo que a mí me parece que funciona, pero la reflexión sobre para qué sirve el libro, llega mucho más tarde, casi siempre es muy posterior, incluso después de editarlo. Cuando reflexiono sobre intenciones y aquello para lo que un libro mío pueda servir, me siento un poco ajena a mí misma, siento que no es algo sobre lo cual yo deba reflexionar mucho. Sólo tengo algunos conceptos más o menos claros con respecto a la intencionalidad de mi obra en este momento en particular de mi vida (puede cambiar claro), uno de esos conceptos es al que me referí en la primera pregunta, el que tiene que ver con el paradigma de mujer, sobre la necesidad de re formularlo desde otro lugar.

5. Aunque el tema del libro es el mismo, en los primeros cuentos se advierte un ritmo sumiso que no remite las curvas que tomará en los capítulos finales, y se torna más fluido el relato. ¿Esa era la intención al construirlo de ese modo?

No, no fue intencional. Claro que mientras lo escribía, me daba cuenta de ese cambio de ritmo y sentía que funcionaba porque el libro relata un proceso de liberación, de cambio de piel, de pasar de un yo a otro yo, y ese cambio en el libro produce un ritmo más ágil. Mientras lo escribía sentía que eso que estaba pasando en el libro es lo que le pasa a una mujer que empieza a liberarse y me gustaba que el texto se pareciera, en eso, a la realidad.

6. ¿El argumento de fondo es autobiográfico?

Sí, podría decirse que hay un lado autobiográfico. Creo que el carácter autobiográfico está basado más que nada en esa sensación de liberación, que no es para nada el acceso al paraíso, sino eso, la libertad, eso nada más.

7. ¿El propósito de ser Elena Solís, es un poco consolidar su propia libertad?

Sí, creo que sí, creo que el título del libro refiere a la libertad también, como única forma de ser una misma.

8. ¿Cómo invitarías al público a leer tu obra? ¿Qué resultados esperas? ¿Habrá un nuevo libro en construcción?

“Yo quería ser Elena Solis” es una obra en la que una mujer se desnuda. Creo que una mujer desnuda es una de las cosas más bellas que hay, o no? Mucho más, cuando esa belleza aparece re formulada. Sale del estereotipo tradicional. El libro Yo quería ser Elena Solís muestra esa belleza. Es necesario leerlo para ver a esa mujer desnuda, porque no se la puede describir, hacerlo sería caer en un estereotipo en el que no quiero caer.

9. ¿Qué le dirías finalmente a tus lectores?.

Me gustaría contarles algunas pequeñas peripecias de este libro. Fue editado en diciembre del 2014 en Uruguay, como edición de autor. Fue un esfuerzo enorme. Luciana Cella, hizo un excelente trabajo de diseño. Teníamos y tenemos muy poco dinero, así que fue muy sacrificado imprimirlo. En Uruguay el libro yo lo vendo en forma directa, autografiado. Muchas veces me siento a tomar unos mates con quien viene a comprarlo, es muy gratificante. Luego tuve la fortuna de que Ediciones Turpial lo editara en España. Con una edición más costosa, y más fácil de leer, un tiraje muchísimo más grande, pero manteniendo totalmente el contenido del libro original. La forma como el libro fue editado, tiene mucho que ver con su contenido. Les diría que leyeran el libro y que me encantaría que les guste, que lo disfruten, que lo recomienden y que seguramente se edite otros países latinoamericanos. Pero mientras tanto está a la venta en las librerías españolas y en muchas páginas de venta online. Ojalá les guste.


Maritza Luza Castillo es una periodista y escritora peruana que ha colaborado con diversos medios y revistas literarias. Sus poemas han aparecido en antologías publicadas en España, Italia, Argentina, República Dominicana y otros.


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