Los investigadores creen que el asesino fue un hombre que se suicidó en Nevada pero no dieron su nombre ni explicaron su conexión con la víctima. (Foto: EFE / Referencial)

Los investigadores creen que el asesino fue un hombre que se suicidó en Nevada pero no dieron su nombre ni explicaron su conexión con la víctima. (Foto: EFE / Referencial)

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Luego de veinte años del asesinato de una hispana en Utah, Estados Unidos (EEUU-USA), investigadores de varias jurisdicciones de este estado lograron revolver el caso e identificar a la víctima, informaron en rueda de prensa las autoridades.

Debido a que los dedos de la mujer habían sido mutilados precisamente para evitar su identificación, desde entonces se la conoció como “la víctima de Maidenwater” – por el nombre de la localidad donde la encontraron muerta -, hasta que recientemente el Buró Estatal de Investigaciones de Utah pudo identificarla como Lina Izaguirre Reyes-Geddes.

El 8 de abril de 1998, Reyes-Geddes, de 37 años, inició un viaje en automóvil desde Youngstown, Ohio, hasta Dallas, Texas, un recorrido de poco más de 1.900 kilómetros.

Pero Reyes-Geddes nunca llegó a su destino y seis días después de iniciado el viaje su esposo la reportó como desaparecida.

Ese mismo mes, la oficina del alguacil del condado de Garfield, en el sur de Utah, recibió el reporte de que se había descubierto un “paquete sospechoso” junto a una ruta, 60 kilómetros al norte del Lago Powell, cerca de la localidad de Maidenwater Spring. Se trataba del cuerpo de una mujer.

Por los reportes policiales de hace 20 años, se sabe que Reyes-Geddes murió de un disparo en la cabeza, que tenía sus manos atadas y que el cuerpo estaba envuelto en una alfombra para niños, en bolsas de plástico para residuos y dentro de una bolsa de dormir.

No había ningún documento de identidad junto a la víctima y, a pesar de la difusión que aquel momento se le dio al caso, no surgieron pistas y nadie contactó a las autoridades para pedir el cuerpo.

Sin embargo, la decisión en agosto último del Buró Estatal de Investigaciones de Utah de reabrir antiguos casos no resueltos y de usar nuevas tecnologías (incluyendo las redes sociales) permitió la “identificación positiva” de Reyes-Geddes.

En un comunicado difundido en su página en Facebook, la oficina del alguacil del condado de Garfield expresó su satisfacción de que “la víctima ahora tenga un nombre y la familia paz”.

Pero aún quedan varios interrogantes sin respuesta. Los investigadores creen que el asesino fue un hombre que se suicidó en Nevada en los primeros años de la década de 2000, pero no dieron su nombre ni explicaron su conexión con la víctima.

Tampoco se explicó cómo o por qué Reyes-Geddes fue hallada en el sur de Utah, unos 3 mil kilómetros al oeste de su lugar de residencia en Youngstown y sin conexión con su viaje a Dallas.

Se desconoce qué información recibió la oficina del alguacil del condado Garfield para realizar la identificación o cómo se llevó a cabo ese procedimiento.

Fuente: EFE