Desde 2006 que se aplica plan nacional contra el tabaco en Uruguay. (Foto: EFE)

Desde 2006 que se aplica plan nacional contra el tabaco en Uruguay. (Foto: EFE)

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El porcentaje de fumadores uruguayos mayores de 15 años pasó de un 35% en 2006 a un 21,6% en la actualidad, mientras que en los adolescentes de entre 13 y 17 años la tasa se redujo del 25% al 9% en ese periodo de tiempo, afirmó hoy el ministro de Salud de Uruguay, Jorge Basso.

El ministro, que ofreció esos datos durante su participación en la Conferencia Mundial sobre Enfermedades No Transmisibles, indicó que en los últimos 12 años se tomaron acciones “significativas” como la prohibición de fumar en ambientes cerrados, la eliminación de la publicidad y el patrocinio de productos de tabaco, y que se combate el comercio ilícito.

Asimismo, se refirió al incremento del precio del tabaco y al requisito de una presentación única por marca en los paquetes de cigarrillos, acompañada del impedimento de términos engañosos y colores que “den falsa impresión” de “menor daño”.

“Todas estas medidas han tenido un fuerte impacto en la población” y se ajustan a la pretensión de “retrasar el comienzo de la adicción para lograr que menos adultos se vinculen al tabaco”, aseguró el ministro.

Basso indicó también que “el mayor peso de la carga de mortalidad y morbilidad de la población se vincula a las enfermedades no transmisibles (ENT)” y refirió a la aplicación de una “serie de políticas públicas intersectoriales”, las que son promovidas por el Gobierno desde 2005 para combatir ese tipo de dolencias.

Así, comentó que otro de los factores de riesgo sobre los cuales Uruguay trabaja es la alimentación saludable, dado que el país está “padeciendo un aumento muy importante sobre el peso y obesidad en adultos pero también en niños”.

Sobre este tema, el país tiene una legislación para la población escolar que controla el consumo de productos no saludables.

Una guía de alimentación se implanta en todo el territorio con equipos de salud y educación para apostar a “recuperar las costumbres de la alimentación casera, así como incrementar el hábito de consumir frutas y verduras”,afirmó Basso.

La promoción de “una vida más activa, menos sedentaria” es otra área sobre las que se apunta, según el funcionario, por la que “se han incorporado equipamientos” para realizar la actividad física así como una guía “adaptada a la edad y a las características de la población”.

El ministro declaró que “el compromiso es mejorar la calidad de vida de la población, disminuyendo la desigualdad social, distribuyendo mejor la riqueza, desarrollando políticas sociales para atender en primer lugar a todos los niños, pero sin desatender a los adultos mayores y a las personas con discapacidad”.

“Desde el sector salud nos sumamos a seguir trabajando por un mundo con menos población vulnerable y por tanto, menos enfermedades no transmisibles”, finalizó.

Fuente: EFE