(Foto: Flickr Pan African News)

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El presidente de Siria, Bashar Al Assad, reiteró que su gobierno no utilizó armas químicas contra civiles el pasado 21 de agosto, fecha en la que – según la Casa Blanca – murieron más de 1.400 personas víctimas de ataques con gas sarín, entre ellas alrededor de 400 niños.

En una entrevista concedida a la cadena estadounidense CBS News, en Damasco, comentó que no tenía conocimiento de algún ataque de sus tropas contra la población, y que más bien los miembros de su ejército fueron atacados con armas letales en diferentes zonas de la capital siria.

“Nuestros soldados fueron atacados químicamente, ellos fueron llevados al hospital como bajas a causa de las armas químicas. ¿Cómo se puede hablar de lo que pasó, si no existen evidencias?”, indicó.

“Nosotros no somos como la administración estadounidense, ni tampoco como los medios de comunicación (…) Somos un gobierno que se ocupa de la realidad”, añadió.

En ese sentido, y luego de que el entrevistador le recordara que el presidente Barack Obama no cree en su versión, lanzó una advertencia escalofriante para los intereses de Occidente.

“Si EEUU ataca Siria, deberían esperar de todo. No necesariamente de nuestro gobierno, en esta región hay diferentes grupos, facciones e ideologías”, aseveró.

Al ser consultado si es que estaba haciendo una amenaza militar, contestó: “No soy adivino para saber lo que va a pasar”. Insistió, bajo esa línea, que Estados Unidos “pagaría el precio si no cambia sus tratos con los terroristas”.

“No soy un carnicero, soy como un médico que salva vidas”, expresó, para luego finalizar diciendo que cualquier acción armada estadounidense involucrará un apoyo al grupo terrorista Al Qaeda.