El nombre de Tres Cañones se debe a sus formaciones geológicas de hasta 250 metros de altura. (Foto: SDPA)

El nombre de Tres Cañones se debe a sus formaciones geológicas de hasta 250 metros de altura. (Foto: SDPA)

Síguenos en Facebook



Por: Javier Bedía

La taruca, el venado andino cazado hasta el riesgo de su extinción, pasta a salvo de depredadores humanos en Tres Cañones, un territorio cusqueño que por su legado cultural y su naturaleza, de titánicas formaciones rocosas y especies endémicas, aguarda su declaración como Área de Conservación Regional (ACR).

Los farallones de entre 80 y 250 metros de altura se levantan sobre los valles de la provincia de Espinar, a una hora de recorrido desde su capital, Yauri. Promontorios de sombras de tal magnitud no se ven en otra parte del telúrico Perú. Allí, moldeados por pastizales y montañas, los ríos soplan caudales contaminados por desagües.

La Prensa conversó con la bióloga Mariela Caballero del Castillo, especialista ambiental del Gobierno Regional de Cusco, acerca de la importancia de Tres Cañones para la conservación del medio ambiente de la Ciudad Imperial.

“El involucramiento del Gobierno Regional de Cusco tomó dos formas: por un lado, en el año 2008 realizaron talleres destinados a determinar las prioridades de conservación para la región”, apunta. A la vez, la Gerencia de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente firmó la ordenanza que establece 18 zonas prioritarias de conservación.

Tres Cañones y el área próxima de Suyckutambo y Coporaque recibieron, desde entonces, estatus de área prioritaria de conservación, bajo la zonificación Suyckutambo-Ichoccollo.


10 consejos para reutilizar tu basura y contribuir con cuidado de medio ambiente

AGUAS CLARAS

Un año antes, organizaciones de la provincia de Espinar se decidieron a promocionar la zona mediante un proyecto sostenible. En 2007 el pueblo que más tarde pasaría turbulencias sociales por fricciones con la industria minera empezó a elaborar un expediente que, dos años después, solo consistía en un diagnóstico de la flora del bosque de qeuñas de Tres Cañones. Entre su vegetación, además, se encuentra el 25% del total de puya de Raimondi del Cusco, una riqueza que los habitantes buscan conservar.

¿Cómo fue la participación de los ciudadanos en el proyecto? “En el portafolio de demandas al Estado por parte de la población de Espinar siempre estuvo el tema prioritario del cuidado del agua, de sus cabeceras de cuenca y de conservación de sus recursos en general, sobre todo por el discutido tema del proyecto Majes Siguas, esto lo hacían a través de sus organizaciones sociales, este reclamo es canalizado en un inicio por la municipalidad provincial…”, explica.

Mayo de 2012 fue un punto de quiebre. Un paro contra la minera Xtrata, saldado con cuatro muertos, ocho heridos y 76 policías lesionados, movilizó a la población, sobre la sangre derramada en su tierra, a organizarse por el cuidado de su salud y el respeto a su ganado, sus medios y formas de vida, a aferrarse a la defensa de una condición irrefutable: ríos limpios.

La recuperación de humedales como fuentes de agua para el consumo humano y de animales y para regadío de las chacras es un objetivo central de los habitantes.

Es entonces que el enfoque de participación de los ciudadanos, comprometido con el medio ambiente y ausente en las primeras miras del Gobierno Regional de Cusco, se adhirió a los principios de un proyecto que maduró tras el conflicto social. En el año 2013, se publicó el Sistema Regional de Áreas de Conservación de Cusco, documento en que se indica a los distritos de Coporaque y Suyckutambo en la propuesta de área natural protegida.

EEUU: la derrota de Donald Trump ante límite de emisiones de metano

CINCO ÁREAS

“El proyecto está conformado por cinco áreas claves de biodiversidad silvestre, las que son: reserva de fauna silvestre, bosques de queuña de Suyckutambo, rodal de puya Raimondi, cuyos objetos de conservación son los bosques bajos altoandinos de la puna húmeda, bofedales altoandinos, desierto frío andino, pajonales altoandinos de la puna húmeda y xerofítica y rodales de puya de la puna húmeda. Entre otros valores también se indica la belleza paisajística y las formaciones geológicas de los Tres Cañones de Coporaque-Suyckutambo, los conjuntos arqueológicos representativos de la nación K´ana”, puntualiza.

En el sur andino del Perú, el futuro del pinco-pinco, puyas, yaretales y rodales de bromelias, y del cóndor, puma y la vicuña, entre otras especies en la lista de peligro de extinción reportada por la Unión Mundial para la Conservación, pasa por el interés del Estado.

CLAVES

¿Qué beneficios traería para los habitantes que se declare a Tres Cañones área de conservación?

“El gobierno regional, al ser impulsor de la propuesta, se compromete con el estado peruano a atender con prioridad las necesidades de la población relacionadas a la conservación del medio ambiente, mediante la ejecución de proyectos de inversión pública, obtención de fondos, buscar cooperación internacional y mercados seguros para la producción orgánica. De igual manera, se potenciará y promocionará el ecoturimo, la investigación científica y el turismo rural comunitario”.

La propuesta titulada Mejoramiento de los servicios turísticos en el corredor turístico Yauri – Suykutambo, de la municipalidad provincial de Espinar, se concentra en promover el turismo. Y las autoridades regionales cusqueñas y de Arequipa empujan la creación del corredor turístico Cañon del Colca-Tres Cañones Suykutambo.


¿Qué falta para concluir el proceso?

“El expediente técnico justificatorio, que contiene el sustento de la propuesta, ha sido aprobado técnicamente por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernamp), y desde marzo en el Ministerio del Ambiente. De proceder su aprobación, pasará a la comisión de coordinación viceministerial de la Presidencia del Consejo de Ministros, donde será revisado por los 35 viceministros. El visto bueno para la promulgación del Decreto Supremo sería el último paso.

HISTORIA

Coporaque

El nombre de Coporaque derivaría de las palabras tupo y raqui: el primero significa se refiere al prendedor que utilizaban las mujeres al ponerse una manta; el segundo viene de la palabra quechua raquiy, que significa repartir. Esto indica que en los primeros años de la época colonial, los españoles cobraban tributos y tenían como medida el tupu. El día que venían a cobrar lo llamaban tupu raquiy y con el tiempo derivó a coporaque.

Otra de las versiones relata que en los años de expansión de los incas, lucharon junto a sus aliados los k’anas y dominaron a los pobladores de la región del Collao. Luego se enfrentan y derrotan a los ejércitos de los chancas y huancas en la batalla de Yahuarpampa, y como trofeo de guerra confiscan tinajas de barro llenas de oro y plata. Sin embargo, los vencidos imploran a Pachacútec que se les devuelva el botín y este accede diciéndoles “qopuy raquita”. Es decir, devuelve la vasija.

No existen datos de la fundación española de Coporaque en la Colonia. Se cree que en el año de 1571 fue denominada como Villa de San Juan de la Fuente y posteriormente como San Juan Bautista de Coporaque.

Coporaque fue creado como distrito el 29 de agosto de 1834 y nombrada la capital de la provincia de Canas. El 17 de noviembre del año 1917, con la creación de la provincia de Espinar, Coporaque pasa a constituir uno de sus distrito.

Suyckutambo

El distrito de Suyckutambo, creado el 26 de agosto de 1940, resalta por su belleza paisajística y la presencia de restos arqueológicos como Maucallacta y Taqrachullu.

El primero fue la antigua capital del territorio k’ana, actualmente deshabitado. Se dice que hubo un levantamiento de los lugareños en la época colonial y le hicieron tomar oro liquido a un corregidor que era muy ambicioso. Por miedo a las represalias, todos los habitantes del lugar abandonaron el pueblo.

Se dice también que la zona estaba rodeada de pueblos que se dedicaban al tejido y la molienda de la quinua y kañihua; que abastecía de carne y lana a los incas. Esto nos da una idea, de la importancia de los pueblos de la zona en el comercio y la producción de derivados de la crianza de camélidos en la época incaica, colonial y republicana.