Arenas fue recluido en Piedras y Lora, en Chorrillos. (Foto: Andina)

Arenas fue recluido en Piedras y Lora, en Chorrillos. (Foto: Andina)

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Marco Arenas Castillo –el joven de 22 años que estranguló a su madre, tiró el cuerpo en la carretera de Manchay y luego le prendió fuego– contó a la policía en su primera manifestación que el día del crimen se enteró de que la empresaria María Castillo no era su madre biológica.

Además, Arenas Castillo afirmó que amenazó a Fernanda Lora, su enamorada, para que lo ayude a deshacerse del cadáver. A las 2:30 pm del martes 5, el parricida tiró el cuerpo de su madre en el kilómetro 10,5 de la carretera a Manchay. Luego le prendió fuego y se marchó.

Fernanda sostiene que no fue con Arenas hasta Manchay, sino que solo lo ayudó a envolver el cuerpo en bolsas plásticas y meterlo en la maletera del auto de su enamorado. Luego –según ella– volvió a su vivienda. Sin embargo, el Juzgado de Turno Permanente de Lima desestimó esta versión, informó el diario El Comercio.

“Victimé a mi madre solo. Mi enamorada solamente me ayudó a cargar el cuerpo desde su cuarto hasta la maletera de la camioneta. Lo hizo porque la amenacé, ya que si no me ayudaba, le iba a hacer daño, a ella así como a su familia. Me acompañó desde mi casa a Manchay y a dejar el cuerpo”, dijo el parricida a los agentes.

El cadáver de la empresaria panadera fue encontrado el mismo día del crimen por unos agricultores de la zona, pero recién fue identificado el sábado 9, debido a que el 85% del cuerpo estaba quemado. Ello impidió a los peritos comprobar si fue asfixiada antes de que le prendieran fuego.

La abogada penalista Chang Kcomt sostuvo que este hecho puede ser fundamental en el caso: si la víctima fue quemada viva y eso lo sabía Arenas Castillo, él podría ser condenado a cadena perpetua.

“Mi madre tenía un carácter agresivo (…) Nunca encontré cariño de ellos, es decir, ni de mi madre ni de mi padre (…) Estoy arrepentido, aunque no sea mi madre, voy a extrañar que me diga muchas cosas. Mi mamá me quería mucho y no supe valorarla”, añadió Arenas en su confesión.

¿Cómplice o coautora?
Pese a que el parricida asegura que amenazó a Lora para que lo ayudara, un mensaje que encontró la policía en su celular podría complicar todavía más la situación de la joven de 18 años. “Puede que se esté haciendo la muerta, amor, no caigas en su trampa, por favor”, dice el texto.

El mensaje fue recibido el 5 de noviembre a las 10:32 am, minutos antes de que Arenas acabara con la vida de su madre. En el teléfono también fue hallado un SMS con instrucciones para concretar el asesinato y un método para evitar que sus huellas queden en la escena.

Además, la pareja cayó en una serie de contradicciones:
Contradicción 1:

  • Según Marco, Fernanda entró a la habitación de su madre recién cuando él le pidió ayuda para envolver el cadáver
  • Según Fernanda, ella escuchó un grito en la habitación de la víctima. Cuando se acercó, vio cómo su enamorado la estrangulaba

Contradicción 2:

  • Según Marco, Fernanda lo acompañó a tirar y prender fuego en el kilómetro 10,5 de la carretera a Manchay
  • Fernanda dijo que ayudó a envolver el cuerpo y meterlo en la maletera del auto, pero que luego volvió a su vivienda

Contradicción 3:

  • Marco sostiene que no planeó el crimen. “De repente en un momento de cólera (hablé de matarla, pero nunca lo planifiqué”, señaló
  • Fernanda dice que él tenía en su casa seis pares de guantes quirúrgicos y bolsas plásticas

Contradicción 4:

  • Marco sostiene que actuó solo
  • Fernanda relató que dos vecinos, cuyas identidades no precisó, le ayudaron a deshacerse del cuerpo

¿Crímenes por encargo?
De otro lado, la policía encontró en la laptop de Arenas Castillo indicios de que tuvo contacto a través de las redes sociales con grupos de sicarios. El joven de 22 años había contactado un grupo llamado The Killers, según información del diario La República.

Además, guardaba archivos de 10 homicidios cometidos en Lima durante los últimos años años, entre ellos el asesinato de la joven Stephany Flores a manos del holandés Joran van der Sloot y el homicidio de Ruth Thalía Sayas cometido por su expareja, Bryan Romero.

Llamó la atención de los agentes que Marco incluso destacara los errores cometidos en los referidos homicidios. Según la versión de Fernanda Lora, el parricida tenía en su casa seis pares de guantes quirúrgicos para no dejar huellas y bolsas plásticas para envolver el cadáver.