(Fotos: Andina)

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Con la orden de prisión preventiva de 18 meses dictada contra el expresidente Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, serán dos los exmandatarios del Perú privados de su libertad. El primero, Alberto Fujimori, cumple una pena de 25 años por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta.

A ellos se les podría sumar un tercero, Alejandro Toledo, quien afronta un proceso de extradición por supuesto lavado de activos. Sobre un cuarto, Alan García, pende la sombra de las constructoras brasileñas. El líder aprista ya ha salido librado de procesos por violaciones a los derechos humanos y corrupción.

A la pareja dirigente del Partido Nacionalista se le sigue un proceso por presunta asociación ilícita para delinquir y lavado de activos, sindicados de recibir aportes de campaña, entre 2006 y 2011, por parte de las compañías Odebrecht y OAS, además del Gobierno y empresas de Venezuela afines al chavismo.

La noche del jueves 13 de julio, el juez Richard Concepción aceptó la solicitud del fiscal Germán Juárez Atoche de dictar la medida de prevención al considerar que hay altas probabilidades de fuga y de obstrucción al juicio. ¿Qué otras motivaciones argumentó?

En la lectura de su resolución, el magistrado recordó que a Ollanta Humala se le atribuye formar parte de una organización criminal, por lo que, a su criterio, se configuran los tres supuestos para una prisión preventiva.

“Se concluye que se intensificó la gravedad de los cargos y del peligro procesal. La gravedad del delito evidenciaría también la gravedad del daño causado”, consideró.

Ollanta Humala y Nadine Heredia: ¿por qué les impusieron prisión preventiva?

En 2009 Alberto Fujimori fue condenado a 25 años de cárcel por homicidio calificado, lesiones graves y secuestro agravado, considerados crímenes de lesa humanidad. Hoy espera de que el presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, decida acerca de su indulto.

De los cinco líderes peruanos de las últimas tres décadas (1985-2016), todos, a excepción del líder de la transición de la dictadura fujimorista, el fallecido Valentín Paniagua, han sido acusados o afrontado denuncias por corrupción. En el caso de Alberto Fujimori, ha sido juzgado por cuatro casos de corrupción.

En dos se acogió a la terminación anticipada: por el pago de 15 millones de dólares por CTS a Vladimiro Montesinos y la compra de un canal de cable con recursos del Estado. Los otros dos son el de usurpación de funciones, cuando él mismo allanó un departamento de su exasesor, y por el uso de dinero público para comprar la línea editorial de los diarios ‘chicha’.

EL CASO LEGUÍA

Augusto B. Leguía ejercicio dos veces las Presidencia Constitucional del Perú (1908-1912 / 1919-1930). Al último periodo, se le denomina el Oncenio de Leguía, porque estuvo en el poder durante 11 años antes de ser derrocado debido a la crisis económica que se vivió en el Perú, producto de la Gran Depresión de 1929.

Desde Arequipa, Luis Miguel Sánchez Cerro inició la revolución contra su Gobierno y solicitó la renuncia de Leguía. Él aceptó y el mando quedó en manos de una Junta Militar de Gobierno. Leguía iba a ser embarcado rumbo a Panamá. No obstante, los revolucionarios exigieron que sea encarcelado.

Augusto B. Leguía fue llevado primero a El Frontón y luego al Panóptico (penitenciaria de Lima). Estuvo incomunicado y enfermo, sin contar con atención médica. Solo su hijo lo atendía. Tras 14 meses en una celda precaria, tras una bronconeumonía fue llevado al Hospital Naval del Callao, donde murió en 1932.

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(Foto: Centro de Estudios Histórico Militares del Perú – CEHMP / Wikimedia)