Vista este miércoles de una botella de agua hecha de materiales reciclados, en Ciudad de México. (Foto: EFE/ Mario Guzmán)

Vista este miércoles de una botella de agua hecha de materiales reciclados, en Ciudad de México. (Foto: EFE/ Mario Guzmán)

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México | Crisis climática | Los llamados “envases del futuro”, hechos a partir de materiales reciclados, se perfilan no solo como una alternativa y solución, sino como el camino a seguir para aliviar los niveles de contaminación de plásticos derivados de los modelos de producción masivos.

Los envases del futuro permiten tratar de revertir problemas como las emisiones contaminantes y el uso desmedido de recursos naturales y energía”, dijo a Efe Florent Bouchonneau, gerente de desarrollo de mercado de la petroquímica Dow en México.

El experto sostiene que, de cara a la próxima década, teniendo en cuenta las predicciones científicas en torno al cambio climático, el diseño de los envases “tiene que estar sujeto a la sostenibilidad”.

Aquí entran en juego conceptos y modelos como “el de ecodiseño y el de la economía circular”, basados en la reutilización. Y, en ese sentido, el reciclaje es el pilar esencial, en el que conviene “dar un uso circular a la materia prima, al plástico mismo”.

Bouchonneau asegura que en algunos casos la cantidad del plástico virgen utilizado para producir los envases se reduce del 15 al 30 %.

Para incluir material reciclado en los envases es necesario que “el material se recupere, se triture, se lave, para volver a ser peletizado (convertido en diminutas bolas) que después se reutilizan” para hacer otras botellas, explicó.

Agregó que un caso de éxito en la industria del plástico en México es el de la Industria Mexicana de Coca – Cola (IMCC) y su planta de reciclaje PetStar, ya que el modelo de acopio de reciclaje desarrollado para Tereftalato de polietileno (PET) de grado alimenticio es de los más completos y avanzados en el mundo y el principal reciclador de este material en México.

Del 56 % de PET que se acopia en México, la IMCC representa el 35 %. Además, por medio de sus dos plantas de reciclaje, PetStar e IMER, tiene la capacidad de procesar más de 85.000 toneladas al año de este material.

De igual forma la IMCC, ha conseguido que el 43 % de su portafolio se componga de envases retornables que son una muestra del compromiso con la economía circular, por que por cada envase retornable se dejan de producir 25 con resina virgen.

Destaca también su innovación en el ecodiseño y producción de envases sustentables por medio de la incorporación de resina reciclada, con lo que ha conseguido que millones de sus botellas tengan más de una vida útil posconsumo.

El objetivo de la compañía es que para el año 2030 se recolecten y reciclen el equivalente al 100 % de sus envases vendidos para alcanzar un ‘Mundo sin Residuos’.

Esta meta coincide con las políticas que está impulsando el Gobierno de México con su plan “Basura Cero”, con el reciclaje como uno de los pilares esenciales.

Bouchonneau también explicó que hay plásticos más “difíciles de reciclar” pero que pueden ser utilizados, para crear soluciones innovadoras.

Como por ejemplo “convertirlos en carpeta asfáltica”, para recubrir las calles y carreteras.

Incluso el plástico posconsumo se puede convertir en ladrillos, como ya se hace para construir “escuelas en comunidades marginadas de países como Colombia, Brasil o México”.

Pero, pese a las acciones que se están llevando a cabo, el experto recalcó que “para incrementar el reciclaje primero hay que mejorar la tasa de acopio de plástico y eso pasa primero por lo que hacemos nosotros con nuestros residuos domésticos”.

Entre menos se separan los residuos urbanos, más difícil es separar y eso complica los procesos de reciclado y procesado”, aseguró.

En algunos lugares en México se separan los residuos en 4 categorías: orgánicos, inorgánicos no reciclables, inorgánicos reciclables y de manejo especial, aunque hay países que separan en 40 categorías.

Todo radica en la cultura y responsabilidad que tenemos como ciudadanos interesados en generar un mundo sin residuos, indicó Bouchonneau.

De cara a la próxima década, que a priori parece llamada a marcar un antes y un después en modelos de producción más ecológicos, circulares y respetuosos con el medioambiente, mencionó que “hay muchos compromisos a nivel internacional de tener un porcentaje de material reciclado en los empaques para 2025 y 2030”.

Estamos trabajando con fuerza para ofrecer soluciones a la industria con material reciclado y tecnologías que puedan ayudar a que no haya contaminación plástica en el medioambiente”, concluyó.

A nivel mundial, la naturaleza ayuda a garantizar el suministro de aire fresco, agua potable, alimentos, energía, entre otros, y distintos recursos que se utilizan para crear materiales y bienes de consumo.

Una vez que se utilizan esos bienes, estos pueden ser reciclados para generar más bienes sin necesidad de acudir de nuevo a la materia prima proveniente de la naturaleza y de esta manera aliviar el desgaste al que es sometida la madre naturaleza.

Fuente: EFE

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