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Al menos 13 soldados filipinos perdieron la vida y 40 resultaron heridos durante enfrentamientos con un grupo yihadista afín al Estado Islámico (EI, ISIS o Daesh) atrincherado en una ciudad del sur de Filipinas, donde se combate desde el pasado 23 de mayo.

Un portavoz del Ejército filipino confirmó la bajas durante intensos tiroteos con un número indeterminado de islamistas del Grupo Maute este viernes en Marawi, en la isla de Mindanao, en declaraciones hoy al canal GMA.

Las autoridades creen que varios yihadistas también fueron abatidos durante la refriega.

Con los soldados caídos, ya son 58 las bajas gubernamentales, a las que se suman la neutralización de 138 guerrilleros islamistas y 21 civiles, conforme a los últimos datos oficiales.

En declaraciones a Efe, grupos de asistencia civil y representantes de la Cruz Roja aseguraron que el número de civiles muertos podría sobrepasar el centenar, cifras no oficiales al no tener acceso a varias zonas de la población.

Según informes policiales los rebeldes cuentan con cohetes, granadas y explosivos de fabricación casera, junto al despliegue de francotiradores, para defender los tres barrios del centro de la ciudad donde resisten desde hace más de dos semanas.

Los combates comenzaron el día 23 de mayo al fracasar una operación militar para capturar a Isnilon Hapilon, líder del grupo yihadista Abu Sayyaf, también vinculado a ISIS, y quien permanecía guarecido por miembros del Grupo Maute.

Los islamistas contraatacaron para tomar parcialmente la ciudad y prendieron fuego a una comisaría, un colegio, una cárcel y una iglesia, donde secuestraron a un cura y 13 feligreses que mantienen cautivos.

Sin embargo, según fuentes gubernamentales, el asalto a Marawi también pudo ser planeado con anterioridad por la gran cantidad de suministros con los que parece contar el grupo armado.

El Ejército ha recuperado desde el primer día de batalla el 90 por ciento de la población y trata de liquidar “pequeños grupos de resistencia” parapetados tras un número indeterminado de civiles.

Los soldados actúan al amparo de la ley marcial, declarada por el presidente Rodrigo Duterte en toda la región de Mindanao el mismo día que se desató el conflicto.

Fuente: EFE