(Foto: Andina)

(Foto: Andina)

Síguenos en Facebook



Latinoamérica ha entrado en un periodo “sombrío” en inversiones extranjeras directas, con un marcado descenso en los flujos dirigidos a las industrias extractivas, anunció hoy el Organismo de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).

Esta tendencia, que puede persistir, debe ser la oportunidad para reflexionar sobre la experiencia que dejan veinte años de corrientes de inversiones foráneas que ayudaron a impulsar un crecimiento económico que ahora se ralentiza en la región, según el informe anual sobre inversiones de la entidad.

La progresión sostenida de las inversiones entre 2010 y 2013 en el conjunto de Sudamérica, Centroamérica y el Caribe sufrió un parón el año pasado, al disminuir un 14%, hasta los US$159.000 millones.

El secretario general de la UNCTAD, Mukhisa Kituyi, explicó en una rueda de prensa en Ginebra que hay varias razones que explican ese comportamiento de las inversiones extranjeras, como la disminución del 72% de las fusiones y adquisiciones transfronterizas en Centroamérica y el Caribe.

En ambas regiones, las inversiones representaron entradas por US$39.000 millones en 2014, lo que supuso una disminución del 36% y la “vuelta a valores normales” de inversiones tras los niveles inusitadamente altos registrados un año antes.

Otra razón esencial para este bajón de las inversiones ha sido la caída en los precios de las materias primas, lo que a su vez redujo el atractivo de las actividades extractivas en Sudamérica.

EL CASO DE AMÉRICA DEL SUR

En el conjunto de países sudamericanos, las inversiones disminuyeron en 2014 – en un 4% – por segundo año consecutivo y totalizaron los 121.000 millones de dólares.

Todos los grandes receptores de inversiones extranjeras directas, con la excepción de Chile, registraron un crecimiento negativo.

En Brasil, el descenso de los flujos fue ligero, pero ocurrió por tercer año consecutivo. Pese a todo, fue el primer destino de inversiones en la región, con entradas por US$62.000 millones el año pasado (-2%).

Esa aparente estabilidad, sin embargo, oculta diferencias importantes pues las inversiones en el sector primario disminuyeron un 58%, lo que estuvo compensado por aumentos en la manufactura (5%) y los servicios (18%).

Chile fue el mayor inversor directo en la región, con un incremento del 71% de sus inversiones, que sumaron los US$13.000 millones.

A su vez, Chile recuperó su posición como segundo mayor destino de inversiones en Latinoamérica, que aumentaron un 38% el año pasado en este país, hasta los US$23.000 millones.

México se ubicó como el tercer mayor receptor de inversiones extranjeras directas, a pesar de que las entradas se redujeron casi a la mitad (US$23.000 millones), por una disminución marcada en las ventas transfronterizas.

EL PERÚ ESTÁ ENTRE LOS AFECTADOS

En relación al recorte de inversiones en la industria extractiva, los principales afectados fueron Argentina (-42%), Perú (-18%) y Venezuela (-88%).

A pesar de una caída del 21% en el caso de Colombia, este país mostró estabilidad gracias al aumento de inversiones en manufacturas, finanzas, transportes y comunicaciones.

En Panamá, las entradas se mantuvieron en torno a los US$5.000 millones, después del auge provocado por la ampliación del Canal de Panamá.

En la vecina Costa Rica, las corrientes inversoras disminuyeron un 21%, hasta los 2.100 millones de dólares, por el cierre de una fábrica de Intel y de las operaciones comerciales del American Bank.

Por su parte, República Dominicana consiguió un aumento del 11% en las corrientes de inversiones extranjeras directas, que se cifraron en US$2.200 millones, en parte gracias a mayores recursos dirigidos a las zonas francas.

(Fuente: EFE)

TAMBIÉN LEE