(Video: Cortesía Deutsche Welle)

Síguenos en Facebook



Este martes (18.3.2014), poco después de firmar el tratado de anexión a Rusia de la república de Crimea y la ciudad portuaria de Sebastopol, el hombre fuerte de Moscú, Vladimir Putin, articuló un discurso que acaparó la atención de la clase política en Kiev, Washington y Bruselas. Cuando el presidente ruso aseguró que el Kremlin no necesitaba dividir el territorio ucraniano, sus palabras fueron recibidas con incredulidad en la Casa Blanca.

Cuando Putin dijo que le preocupaba la expansión de la OTAN hacia Ucrania, el primer ministro interino de ese país, Arseniy Yatseniuk, volvió a insistir en que Kiev no buscaba unirse a la alianza transatlántica. Pero cuando el mandatario ruso culpó a la Unión Europea (UE) por la intensificación del conflicto interno ucraniano, las autoridades y líderes del bloque comunitario reaccionaron totalmente indignados.

Putin no es el único que atribuye responsabilidad a la UE por la transformación de una crisis nacional en un incidente global. En entrevista con DW, el experto en relaciones internacionales y política europea Johannes Varwick tachó de ingenua la actitud de Alemania, Polonia y Francia por intentar mediar en Kiev sin involucrar a Rusia en las negociaciones desde el principio ni considerar las implicaciones que esa omisión tendría.

“Putin abrió una brecha muy grande entre Rusia y Occidente”

Aún así, las palabras del presidente ruso han causado fuertes reacciones en la UE. “La terquedad de Putin, evidente en su alocución, *revela el talante agresivo de Rusia*”, dice Amanda Paul, experta en seguridad del European Policy Center (EPC), un think tank sin fines de lucro subvencionado por la UE y financiado tanto por fundaciones europeas como por sus miembros; entre ellos se encuentran grandes empresas y lobbyistas como British American Tobacco.

A juicio de Paul, ahora que se habla con tanta frecuencia de “líneas rojas” intraspasables, cabe decir que el jefe del Gobierno ruso se extralimitó con su discurso del 18 de marzo: “Putin ha abierto una brecha tan grande como el Gran Cañón entre Rusia y Occidente. La UE ha establecido tres niveles de sanciones y ahora deberá cumplir con sus advertencias porque Putin se mantiene en curso de colisión”, señala la especialista.

Otro punto del discurso de Putin que causó desazón en Bruselas fue su alusión a un “vacío de poder” en Ucrania, a un “golpe de Estado” que puso en posiciones de mano a fascistas, antisemitas y enemigos acérrimos de Rusia. Según Putin, la primera medida de los nuevos gobernantes en Kiev fue discriminar a las minorías del país, incluidos los rusos y sus descendientes. Eso justifica, a sus ojos, la intervención de Rusia en el conflicto ucraniano.

Un nuevo pacto de seguridad

Después de la alocución de Putin, el eurodiputado del Partido Liberal (FDP) alemán Alexander Graf Lambsdorff, experto en política internacional, sostuvo que la pretensión de Rusia de recuperar los territorios que perdió tras el colapso de la Unión Soviética es un fenómeno nuevo. Para Graf Lambsdorff, eso demuestra que “la crisis actual no sólo involucra a Crimea, sino al orden de libertad y estabilidad de toda Europa”.

En la cumbre europea pautada para este jueves (20.3.2014), los socios del bloque comunitario podrían definir las condiciones para aplicar el tercer nivel de represalias, que incluye la restricción del transporte de mercancías y de las importaciones de energía. El 21 de marzo se discutirá sobre los aspectos políticos del tratado de asociación de Ucrania con la UE.

No obstante, la analista política del EPC no percibe que se haya hecho suficiente para garantizar la seguridad de Ucrania. “No basta enfatizar que Ucrania no se unirá a las filas de la OTAN para que Rusia se tranquilice. En el futuro cercano necesitaremos un nuevo pacto de seguridad que deberá ser negociado entre Rusia, Ucrania y la alianza transatlántica para estar seguros de que una crisis como la actual no se repita”, explica Paul.

(Fuente: Deutsche Welle )