La adicción a la heroína es un grave problema social en Estados Unidos. (Foto: Getty Images)

La adicción a la heroína es un grave problema social en Estados Unidos. (Foto: Getty Images)

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La Casa Blanca honró hoy a diez líderes que luchan cada día contra la adicción a la heroína y los analgésicos opiáceos, un consumo que las autoridades califican de “epidemia” y que en los últimos años se ha cobrado numerosas vidas en Estados Unidos.

“Este es un problema real que no discrimina ni por tu color de piel ni por el dinero que tienes en el bolsillo”, destacó hoy en la ceremonia de la Casa Blanca Andre Johnson, afroamericano originario de Detroit (Michigan), quien fue adicto a la heroína y al alcohol durante 28 años.

“Me faltaba solo una droga más para la sobredosis o la muerte”, reconoció Johnson, de 46 años.

El Gobierno de Estados Unidos reconoció a Johnson como “campeón del cambio” por ayudar a otros a superar la adicción a la heroína a través del Proyecto de Recuperación de Detroit (DRP) que él mismo fundó en Detroit, la capital mundial del motor que, desde los años 90, se encuentra sumida en una fuerte crisis industrial.

Su organización combate la adicción a la heroína y ayuda a reintegrarse a los afectados, también a aquellos que han cumplido largas penas de prisión por posesión o tráfico de drogas.

En Estados Unidos, el otro lado de la epidemia de la heroína es el crecimiento de la población carcelaria, que ha pasado de 500.000 a 2,2 millones desde que en la década de los 80 el Congreso aprobara una reforma para que los condenados por delitos de drogas tuvieran que cumplir un tiempo mínimo en prisión.


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