(Foto: Wikimedia)

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Comenzó el Hajj, el mayor peregrinaje a La Meca. Esta vez son muchos menos los creyentes provenientes del África Occidental debido al brote de ébola.

Las calles están llenas en La Meca, y en medio del tumulto: Elias Ismail. Este joven ha venido desde Malasia a la ciudad saudí para participar en el mayor peregrinaje a La Meca, conocido como el Hajj. No obstante, la experiencia religiosa de Ismail se ve un poco truncada. Ha optado por portar una máscara tapabocas. “Llevo esta máscara por motivos de seguridad”, explica a un reportero de la AP. “He escuchado mucho sobre la epidemia del virus del ébola en África, por lo que he decidido protegerme. Tengo miedo de contagiarme”, dice.

Hasta 3 millones de personas peregrinan este año a La Meca. Grandes multitudes en espacios reducidos podrían ser la base perfecta para que el virus se propague aceleradamente. El ébola se ha convertido en la preocupación central del Hajj. El virus que se transmite a través del contacto con fluidos corporales, ha cobrado más de 3000 vidas hasta ahora.

La Meca se protege contra el virus

Hasta el momento en Arabia Saudita no se ha presentado ningún caso de ébola, dice Manal Mansour, doctora del hospital de Al-Nur en La Meca, responsable en contención de enfermedades infecciosas. En el hospital se ha instalado una estación aislada para tratar posibles pacientes infectados con el virus. „El Ministerio de Sanidad esta intentando, claro, si Dios quiere, a través de todos los medios posibles evitar una epidemia“. Durante el Hajj se van a redoblar los esfuerzos por lo cual se está trabajando conjuntamente con la Organización Mundial de la Salud.

Las autoridades saudíes han decidido negar la entrada a todos los peregrinos provenientes de zonas afectadas por el virus. Se han rechazado más de 7000 solicitudes de visa a peregrinos de Liberia, Sierra Leona y Guinea. Esta medida ha generado un gran descontento entre los religiosos, muchos de los cuales ahorran toda una vida para poder ir, así sea una vez, a La Meca. Los disgustos y las protestas no han servido de nada. Arabia Saudita ha rechazado la propuesta de Sierra Leona de realizar exámenes de salud a cada uno de los peregrinos que quiera ir a la ciudad saudí.

Mamadou Diallo es uno de los afectados. Para este guineano de 53 años, no será posible realizar su sueño de ir a La Meca. “Pensamos intentar entrar a Arabia Saudita por el país vecino”, dijo Diallo a la DW. “Pero no se puede; con el pasaporte guineano no es posible”.

Tal vez el próximo año

El Concejo Nacional Musulmán de Liberia critica que la medida va “en contra de la voluntad del profeta Mahoma”. Pero con esta medida se intenta proteger a musulmanes de todo el mundo. En Liberia una de cada diez personas es musulmana, mientras que en Sierra Leona y Guinea los creyentes son mayoría. “Esperemos que este brote del virus acabe pronto para poder así peregrinar el año próximo”, añade Diallo.

Mejor suerte han corrido los creyentes en Nigeria, en donde ha sido posible, hasta la fecha, mantener el virus bajo control. Unos 76.000 nigerianos peregrinaron en septiembre a La Meca. Cada creyente tuvo que pasar primero una prueba de salud en el aeropuerto de Lagos, en una sección especialmente instalada para este propósito, antes de poder abordar el avión con destino a Arabia Saudita.

(Fuente: Deutsche Welle )