(Foto: EFE)

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Los líderes de la Unión Europea (UE) comenzaron este jueves con un minuto de silencio una cumbre extraordinaria para aprobar un plan de acción con medidas concretas destinadas a responder a la crisis migratoria creada tras la muerte de más de mil inmigrantes en las últimas semanas en el Mediterráneo.

“La Unión Europea no es responsable pero sí tiene un papel que desempeñar para estabilizar la situación e impedir que muera más gente”, dijo al inicio de la reunión el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Tusk también indicó a su llegada a la reunión que este “es un problema europeo, no solo un problema para los países del sur de Europa. Tenemos una responsabilidad común para resolverlo y pido a la cumbre de hoy que movilice todos los esfuerzos”.

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Por su parte, la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, confió en que la Unión Europea dé una respuesta “de manera concreta” al drama migratorio, y aseguró que “se trata de salvar vidas, proteger a la gente, los derechos humanos y la seguridad”, teniendo en cuenta “los valores centrales fundamentales sobre los que está construida la UE”.

“Los líderes de la UE queremos abordar la cuestión de cómo puede y debe reaccionar Europa de forma unitaria” ante este fenómeno, dijo la canciller alemana, Angela Merkel, a su llegada al encuentro.

El presidente francés, François Hollande, indicó que la primera decisión que espera es “el refuerzo de la presencia de Europa en el mar y también de la vigilancia”, para lo que debe acordarse “un refuerzo considerable de los medios” y garantizó que “Francia contribuirá a ello”.

Lamentó también que, tras la intervención internacional liderada por la OTAN hace tres años y medio en Libia, “no se haya hecho ninguna reflexión sobre lo que iba a pasar después”, por lo que afirmó que “ahora se trata de enmendar los errores del pasado”.

“Queremos ambición, pensamos que es grave y dramático, estamos movilizando barcos y medios militares para reforzar las operaciones tanto de salvamento como de control”, afirmó por su parte el primer ministro de Bélgica, Charles Michel.

Michel indicó que espera que en la cumbre se tomen “decisiones que vayan en la buena dirección” e hizo hincapié en la necesidad de avanzar en el desarrollo de los países de origen, punto en el que se también refirió a la situación de inestabilidad que atraviesa Libia, “que abre la vía a graves problemas”.

“Está claro que hay que reforzar la solidaridad europea”, consideró el primer ministro de Estonia, Taavi Roivas, quien dijo que “entendemos los retos a los que hacen frente los países más expuestos”.

En otra línea, el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, señaló que no es el momento de “echar la culpa a uno u otro” y defendió la importancia de la prevención y la cooperación, frente a las operaciones de carácter militar.

“El objetivo no es decir: ‘No hay problema, aquí en Europa sois bienvenidos’. Sabemos que luego habrá discusiones en ciertos países sobre las acogidas y los procedimientos a dar. Creo que lo que es importante es hacer prevención”, aseguró.

(Fuente: EFE)