Michel Temer es acusado de ordenar sobornos para ocultar testimonios que lo comprometen con corrupción. (Foto: EFE)

Michel Temer es acusado de ordenar sobornos para ocultar testimonios que lo comprometen con corrupción. (Foto: EFE)

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El presidente de Brasil, Michel Temer, y el excandidato presidencial Aecio Neves actuaron juntos para bloquear el avance de investigaciones de corrupción, denunció el fiscal general de la República, Rodrigo Janot.

En un documento publicado hoy, Janot señala a Neves de “en articulación, entre otros, con el presidente Temer”, intentar obstaculizar la operación Lava Jato, sobre la corrupción millonaria en la estatal Petrobras, a través de “medidas legislativas y el control del nombramiento de comisarios de policía”.

“De esta forma, se ve también la posible práctica del delito de obstrucción a la justicia”, destaca el fiscal, citado en un texto con el que el magistrado del Tribunal Supremo Edson Fachin dispuso en la víspera la apertura de una investigación contra Michel Temer.

Uno de los dueños del gigante cárnico JBS, Joesley Batista, reveló que su empresa paga sobornos a Temer desde 2010. Según la fiscalía, en base a una conversación que grabó el empresario y se difundió esta semana, Temer avaló a Batista para comprar el silencio de Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de los Diputados encarcelado por corrupción.

Brasil comenzó a debatir hoy en forma pública y abierta la posible renuncia o destitución del presidente Michel Temer, salpicado por un monumental escándalo que lo implica en asuntos de corrupción y en intentos de obstruir a la justicia.

En el Parlamento, en los medios digitales, en la televisión y en las redes sociales han cobrado cuerpo las exigencias para que Michel Temer renuncie, que han surgido hasta en su propia base parlamentaria, que hasta esta semana era considerada sólida y absolutamente fiel.

Al escándalo que se cierne en torno al mandatario se sumó hoy una decisión del Tribunal Supremo, que anunció la apertura de un proceso de investigación sobre las sospechas que pesan en su contra.

La crisis estalló este jueves, con la información de que Michel Temer habría sido grabado por un empresario que colabora con la justicia en investigaciones sobre corrupción cuando avalaba un supuesto soborno a un exdiputado preso a cambio de su silencio.

El objeto de la presunta coima sería Eduardo Cunha, expresidente de la cámara baja, antiguo aliado del gobernante y promotor del juicio político que condujo el año pasado a la destitución de Dilma Rousseff y, por consecuencia, llevó a Michel Temer al poder.

LA FIRME POSICIÓN DE MICHEL TEMER

Bajo la tensión de la peor crisis de su gestión, Michel Temer adelantó que no renunciará a la presidencia de Brasil.

“No renunciaré. Repito. No renunciaré y exijo una esclarecimiento pleno de todo”, manifestó.

Aunque el presidente ha negado en forma rotunda de ese asunto, el escándalo ha tenido un impacto demoledor en su base parlamentaria y varios de los partidos oficialistas han adherido a las exigencias de “renuncia inmediata” que defiende la minoritaria oposición en el Legislativo de Brasil.

A esa demanda se han sumado sectores del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), representado en el Gobierno con los ministros de Relaciones Exteriores, Aloysio Nunes, y de Ciudades, Bruno Araújo, quien hoy mismo anunció su decisión de dimitir al cargo.

En esa influyente formación, el pronunciamiento más duro lo ha hecho el expresidente Fernando Henrique Cardoso, uno de los líderes más respetados entre los socialdemócratas.

“Si las alegaciones de defensa no son convincentes – y no basta con alegar que son necesarias evidencias -, los implicados tienen que tener el deber moral de facilitar la solución, aún con gestos de renuncia”, publicó Cardoso hoy en su cuenta en Facebook.

El malestar en el PSDB también se agravó por una vasta operación policial contra su presidente, Aécio Neves, cuyas oficinas y residencias fueron allanadas por la Policía.

El Tribunal Supremo suspendió a Neves de su escaño de senador, lo que lo despoja de la inmunidad parlamentaria y lo pone en riesgo de ser detenido, también por asuntos de alegada corrupción.

En el oficialismo, también han pedido la dimisión de Michel Temer parlamentarios de los partidos Demócratas (DEM y Popular Socialista (PPS), que así como el propio PSDB barajan la posibilidad de salir del Gobierno en caso de que Temer insista en permanecer en el cargo.

Por el DEM se pronunció el senador Ronaldo Caiado, quien afirmó que “frente a la gravedad del escenario y con la responsabilidad de no dejar que Brasil se sumerja en lo imponderable, sólo nos resta la renuncia del presidente Michel Temer”.

En el caso del PPS, el jefe del grupo en la Cámara de Diputados, Arnaldo Jordy, afirmó que el Gobierno de Temer “acabó” y “debe pactar una salida institucional” que incluya “anticipar el proceso electoral” previsto para octubre del año próximo, a fin de “devolver a las urnas la decisión” sobre el futuro del país.

De acuerdo a la Constitución, si Michel Temer renuncia o es destituido, el Congreso de Brasil deberá realizar una elección indirecta para escoger a quien completará el período que inició Dilma Rousseff en 2015 y que continúa Temer desde agosto pasado, tras el juicio político contra la exmandataria.

Sin embargo, el propio Congreso pudiera aprobar una enmienda constitucional para convocar una elección directa este mismo año, un asunto sobre el que existen propuestas que ya tramitan en las cámaras.

Fuente: EFE